En Estados Unidos la famosa generación de los “<em>baby Boomers</em>” — los nacidos entre 1946 y 1964 – se está acercando a la edad de su retiro. Por lo general, muchos son profesionales experimentados que al retirarse se llevarían a cuestas un caudal impresionante de conocimiento que fueron acumulando a lo largo de su vida laboral. Adviertiendo ese peligro, muchas organizaciones estàn diseñando programas para la paulatina transferencia de conocimiento a las nuevas generaciones de trabajadores.
<p> </p>
<p>Si bien el traspaso de conocimiento se ha hecho siempre de forma casi natural, el problema que plantea esta generación del “baby Boom” en Estados Unidos es diferente porque se trata de muchos millones de personas. Su retiro en masa significará, entonces, una irremplazable pérdida de capital intelectual. La gente a punto de abandonar las empresas de hoy se lleva consigo un conocimiento que es clave para el futuro de la empresa que dejan. Esto plantea, por ejemplo, el libro de David DeLong, “Pérdida de conocimiento: afrontar el peligro de un envejecimiento de la mano de obra”. Conocimientos también implica, por ejemplo, relación con los clientes o lenguaje informático obsoleto pero en el cual están almacenados archivos importantes.</p>
<p>Ante esta situación, las compañías han comenzado a tomar medidas para recuperar esa información crítica antes de que que se vaya por la puerta de la mano de sus dueños. Eso implica, obviamente, transferir ese know how a las nuevas generaciones de trabajadores.</p>
Hoy preocupa no perder el conocimiento de quienes se van a jubilar
Hay preocupación en las empresas. Con lo importante que es hay mantener el talento, la jubilación les plantea perder una cantidad vital de conocimiento acumulado. Toman, por tanto, medidas.