<p>Cuando Harvard fue fundada hace casi cuatrocientes años, todos los estudiantes leían y hablaban latín. Hoy son sólo 42 (de la totalidad de alumnos: 6.640) los estudiantes que eligen los clásicos como su “<em>major</em>” (en la jerga universitaria, materia que representa su principal interés y a la que se le dedica la mayor cantidad de tiempo y esfuerzo). El sánscrito y los estudios indios tienen tres inscriptos y la astronomía y astrofísica, sólo cinco almas. </p>
<p>Pero aunque la mayoría de los estudiantes consideran que son materias “poco prácticas”, Harvard, bastión de la educación en artes liberales ha comenzado a promocionar el aprendizaje por el aprendizaje mismo como una ocupación valiosa y enriquecedora. <br />
En lugar de considerar una “<em>major</em>” como trampolín hacia una carrera, la universidad está invitando a sus estudiantes a ampliar sus intereses y explorar temas más esotéricos. <br />
Profesores y estudiantes en esas materias insisten en que hasta las disciplinas más oscuras pueden conducir a empleos en una cantidad de campos, que van desde lo académico hasta las finanzas.<br />
Para interesar a los estudiantes a explorar esas materias, Harvard triplicó el número de seminarios para alumnos de primer año dictados por profesores estrella. Entre los 132 seminarios de este tipo hay uno titulado: “Las bestias de la antigüedad y su historia natural”. </p>
<p> </p>
Harvard propone desempolvar los clásicos
El argumento: los cursos esotéricos enriquecen el aprendizaje. Habrá que ver si logra convertir a Latín y Griego en carreras solicitadas. La mayoría elige economía.