domingo, 22 de diciembre de 2024

Estrategias para manejar tu energía en el trabajo

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 El malgasto de energía en el trabajo impacta en la productividad y la salud. Por eso es importante aprender a manejar nuestra propia reserva, por ejemplo manejando los recreos y evitando las personas negativas.

 Uno de los recursos más importantes para ser más productivos y que el trabajo sea gratificante es la energía. Un mal uso de la energía puede llevar a la sobrecarga emocional, a sentirnos exhaustos, a tener baja productividad e incluso nos hace más proclives a enfermedades. Aparte de las opciones clásicas, como tomar café, hay otras formas de manejar uno de los recursos más preciados de cualquier trabajador.

Ser estratégicos con las malas influencias

Cada día somos susceptibles a las personas que pueden drenar nuestra energía. Compañeros de trabajo, clientes, empleados, socios, proveedores o quien sea. Cuando nos topamos con alguien en un mal día, su negatividad puede afectarnos; cuando alguien de mal humor nos trata mal y a su vez eso nos pone de mal humor a nosotros, que luego trataremos mal a otros. Siempre que sea posible, habrá que estar preparado para la gente difícil. Si sabemos que tenemos que tratar con alguien difícil o exigente, lo mejor será tomar el control de la situación. La clave es programar de acuerdo a lo que funciona para cada uno. En lo posible, trataremos de sacarnos de encima ese compromiso por la mañana temprano, para que el resto del día pueda ser positivo. Si nuestra energía aumenta a medida que transcurre el día y no queremos que nadie nos tire por el suelo, mejor será programar la interacción para cuando estemos en el pico de nuestra productividad.

 

Organizar pequeños descansos

Si sabemos que alguna u otra tareas nos demanda mucha concentración o nos pone de mal humor porque no es de nuestro agrado, una buena idea es programar pequeños recreos ya sea antes o después de la tarea para poder encararla de la mejor manera posible y que el efecto negativo que tiene en nosotros se e reducido a su mínima expresión. Por ejemplo, si sabemos que tenemos que lidiar con una persona complicada podemos programar el almuerzo antes o después para poder un momento de desconexión.

Estimular los sentidos

Es bien sabido que el ambiente del lugar de trabajo tiene un impacto significativo en la productividad y el humor general de los trabajadores. Ya sea que la música ambiente nos relaja y nos permite ahorrar energía al enfocarnos mejor en las tareas, o que disfrutamos con ciertos aromas en la oficina. la clave reside en tener un ambiente de trabajo estimulante que mejore el rendimiento para que la energía sobre en lugar de faltar.

Cuidar las comidas

Es difícil llevar una dieta rica y balanceada si el horario laboral es muy demandante. Pero más difícil es ser productivo si, además de tener un horario demandante, no estamos bien alimentados. La mayor parte de nuestra energía viene de tener descansos de buena calidad y de estar bien alimentados. En principio, se puede mejorar con sólo estar atentos a algunas prácticas como tomar mucha agua durante la jornada laboral ya que la deshidratación es muy costosa en términos de energía. También se pueden comer snacks que nos revitalicen como y nos impidan trabajar con hambre o ansiedad.

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