Bangladesh podría superar a China en cuanto a violaciones de derechos laborales. Definitivamente no es una carrera que un país quiera ganar. Dos desastres industriales pusieron en el tapete los graves problemas de infraestructura y seguridad laboral que enfrentan las empresas en ese país. El primero ocurrió el noviembre del año pasado cuando el incendio de una fábrica le costó la vida a 112 empleados de la industria textil. Hace unos días nada más la historia se repitió pero de manera más trágica: fueron 433 los muertos luego del derrumbe de una fábrica. ¿Es, entonces, una buena idea permanecer allí?
Algunas empresas como Disney piensan que no. Ha cortado lazos con sus proveedores allí, una decisión no del todo difícil si se considera que el país representa solo 1% de su producción. Pero no es el primer paso que la empresa ha dado en esta dirección. Ya había abandonado operaciones en Bielorrusia, Ecuador, Pakistán y Venezuela.
Para otras compañías que dependen mucho más de la mano de obra de Bangladesh, la cuestión no es tan fácil. ¿A dónde ir? Otros países con mano de obra barata presentan iguales problemas: baja regulación estatal, corrupción y poco apoyo a los derechos laborales. Pero además Bangladesh depende fundamentalmente de los aportes de estas empresas. Después de China, por ejemplo, es el segundo exportador de indumentaria. La industria textil representa 10% del producto bruto y 80% de sus exportaciones dirigidas especialmente a Estados Unidos y a la Unión Europea.
Wal-Mart, Gap, H&M prefieren quedarse pero han tomado la decisión de discutir con ONG como mejorar la situación para los empleados de ese país. Por ahora no han anunciado ningún plan en concreto pero se espera que lancen un documento conjunto a mitad de mayo.
