“Tal vez yo sea el emblema de una era antigua que no debería ser la persona que lleve a Microsoft a la nueva era”, dijo al Wall Street Journal.
Y así es que el directorio de Microsoft ha iniciado la búsqueda de más alto perfil en muchos años, informa Dale Buss en un análisis que preparó para The Chief Executive.com. El directorio de Microsoft está buscando alguien que pueda ayudar a la compañía a arrebatarle el liderazgo digital a Apple, o al menos lograr que aquella revolucionaria Star-up de Bill Gates vuelva a ser un rival viable otra vez.
Como Ballmer, muchos otros CEO se han ofrecido a alejars; otros más fueron empujados porque no optaron por retirarse a tiempo.
Jeffery Boyd, de Priceline, es otro CEO que dijo hace poco que se retirará en paz, anunciando que entregaría las riendas de la compañías de viajes online al actual director de una subsidiaria. Como Ballmer, se encuentra ante una paisaje digital incierto y siempre cambiante. Pero a diferencia del jefe de Microsoft, Boyd condujo a su compañía durante una década de adquisiciones para devolverle su anterior gloria después de que la ruptura de la burbuja punto com la revolcara por el suelo.
Hace dos años se retiró Janet Robinson, CEO del New York Times. No pudo superar los desplalzamientos tectónicos en el negocio del los diarios y las especiales presiones dentro de la empresa. Y así, aunque dejaba un vacío de liderazgo por un tiempo, el presidente del directorio, Arthur Sulzberger Jr , la sacó del cargo que más tarde llenó con Mark Thomson, de la BBC.
Hay, revoloteando por el aire, otras dos renuncias de alto perfil. Dan Akerson, de General Motors, indicó que se retirará el año próximo. GM no ha comenzado una búsqueda formal para su reemplazo. Pero Akerson comenzó a dar algunas pistas del tipo de persona que le gustaría para reemplazarlo. “Que tenga la h umildad y la audacia para decir ‘me equivoqué’, dar marcha atrás y tomar otro camino”, dijo.
Don Thompson , CEO de McDonald’s tal vez no esté pensando en una estrategia de salida personal, pero los problemas de la compañía, o los miembros del directorio, podrían llevarlo a ese punto tarde o temprano, opina Buss.
“El momento adecuado para retirarse”, dice Tom Sapporito, CEO de RHR International, una firma de asesoría organizacional, “ es cuando los actuales requisitos de liderazgo no coinciden con la persona que está al frente. Es cuando el consjunto de habilidades no está en sintonía con lo que hace falta. En lugar de fijarlo en términos de tiempo, habría que fijarlo en términos de necesidades. Retirarse e muy difícil para los CEO con quienes ha trabajado por una cantidad de razones: ceden el poder, admitir la necesidad de un liderazgo diferente y apartarse antes de que una crisis ponga el tema sobre la mesa. Esto subraya la necesidad de un directorio fuerte y un director jefe vigilante”.