Desde hace unos 10 años aparecieron en el mundo hoteles que no buscan convertirse en cadena sino ser reconocidos como diferentes. Son conocidos como hoteles “boutique” (en francés el término quiere decir negocio pequeño) y la característica más contable que comparten es la originalidad. Una de las primeras manifestaciones de la tendencia fue el hotel Babington House, que abrió sus puertas en medio de la campiña de Somerset, Inglaterra, a mediados de la década de los ’90. De aspecto es una señorial casa de campo y por sus comodidades, un selecto club cosmopolita. Los huéspedes reservan habitación no por el lugar donde está sino para gozar de las experiencias de vida que ofrece. Está rodeado por varias hectáreas para caminar y explorar y cuenta con spa, piscina, cine y restaurante de primera línea.
Dado que existen pocos denominadores comunes en este nuevo estilo de hotel, la mejor manera de definirlo parece ser describiendo lo que no es. Entonces, un hotel boutique:
1: No da la sensación de grande.
2: No impresiona como parte de una cadena.
3: No tiene aspecto de tradicional.
Pero aunque el fenómeno comenzó pequeño y especializado, actualmente el término se amplió y comprende a cualquier hotel que se sienta “boutique” o “chic”. Es – como dicen algunos hoteliers, una cuestión de actitud. Babington House no es pequeño, pero el servicio es muy especial. Morgan Hotels forma parte de una cadena, pero cada hotel tiene diseño propio, por lo que parecen independientes. Los hoteles tradicionales tienen otra concepción de la marca. Tanto si uno está en la China como en Nueva York o Buenos Aires, la atención es siempre la misma. El logo, el lobby y las habitaciones, todo tiene más o menos la misma apariencia.
Starwood Hotels ha creado sub-marcas llamadas W Hotels para hacer frente al desafío de los boutique. Hilton incursionó en el sector creando, en la plaza Trafalgar de Londres un hotel, aislado, que llama “lifestyle hotel” (hotel con estilo especial). Para las grandes cadenas hoteleras, la tendencia hacia lo pequeño y exclusivo significa la necesidad de un replanteo. ¿Cómo hacer para transformarse una vez que instalaron la idea de “cuanto más grande mejor”?
En primer lugar está el boca a boca. Babington crea un boca a boca propio con la venta de productos de spa marca Cowshed en el mercado abierto. Los productos encierran los ideales de la marca: lujo de producción no masiva, y precio algo alto. El famoso Hôtel Costes en París es conocido tanto por sus CD mezclados por el disc jockey Stéphane Pompougnac como por el hotel mismo. La gente compra los productos a causa del hotel y vice versa.
Luego está el poderío de Internet para ayudar impulsar la nueva tendencia. Quien intente Googlear cualquiera de los hoteles mencionados verá que aparece todo un portal de hoteles, todos ofreciendo conseguirle una habitación. La web es una de las grandes responsables de que el tablero haya sido pateado en la forma en que la gente organiza sus viajes.
En tercer lugar, los hoteles ya no necesitan escudarse en el reconocimiento que garantiza una gran cadena hotelera. Hay toda una serie de guías nuevas que reconocen el deseo de conocer hoteles diferentes.
Para terminar, una cuarta regla que no fue incluida entre las características del nuevo tipo de hoteles: el hotel boutique es caro.
Desde hace unos 10 años aparecieron en el mundo hoteles que no buscan convertirse en cadena sino ser reconocidos como diferentes. Son conocidos como hoteles “boutique” (en francés el término quiere decir negocio pequeño) y la característica más contable que comparten es la originalidad. Una de las primeras manifestaciones de la tendencia fue el hotel Babington House, que abrió sus puertas en medio de la campiña de Somerset, Inglaterra, a mediados de la década de los ’90. De aspecto es una señorial casa de campo y por sus comodidades, un selecto club cosmopolita. Los huéspedes reservan habitación no por el lugar donde está sino para gozar de las experiencias de vida que ofrece. Está rodeado por varias hectáreas para caminar y explorar y cuenta con spa, piscina, cine y restaurante de primera línea.
Dado que existen pocos denominadores comunes en este nuevo estilo de hotel, la mejor manera de definirlo parece ser describiendo lo que no es. Entonces, un hotel boutique:
1: No da la sensación de grande.
2: No impresiona como parte de una cadena.
3: No tiene aspecto de tradicional.
Pero aunque el fenómeno comenzó pequeño y especializado, actualmente el término se amplió y comprende a cualquier hotel que se sienta “boutique” o “chic”. Es – como dicen algunos hoteliers, una cuestión de actitud. Babington House no es pequeño, pero el servicio es muy especial. Morgan Hotels forma parte de una cadena, pero cada hotel tiene diseño propio, por lo que parecen independientes. Los hoteles tradicionales tienen otra concepción de la marca. Tanto si uno está en la China como en Nueva York o Buenos Aires, la atención es siempre la misma. El logo, el lobby y las habitaciones, todo tiene más o menos la misma apariencia.
Starwood Hotels ha creado sub-marcas llamadas W Hotels para hacer frente al desafío de los boutique. Hilton incursionó en el sector creando, en la plaza Trafalgar de Londres un hotel, aislado, que llama “lifestyle hotel” (hotel con estilo especial). Para las grandes cadenas hoteleras, la tendencia hacia lo pequeño y exclusivo significa la necesidad de un replanteo. ¿Cómo hacer para transformarse una vez que instalaron la idea de “cuanto más grande mejor”?
En primer lugar está el boca a boca. Babington crea un boca a boca propio con la venta de productos de spa marca Cowshed en el mercado abierto. Los productos encierran los ideales de la marca: lujo de producción no masiva, y precio algo alto. El famoso Hôtel Costes en París es conocido tanto por sus CD mezclados por el disc jockey Stéphane Pompougnac como por el hotel mismo. La gente compra los productos a causa del hotel y vice versa.
Luego está el poderío de Internet para ayudar impulsar la nueva tendencia. Quien intente Googlear cualquiera de los hoteles mencionados verá que aparece todo un portal de hoteles, todos ofreciendo conseguirle una habitación. La web es una de las grandes responsables de que el tablero haya sido pateado en la forma en que la gente organiza sus viajes.
En tercer lugar, los hoteles ya no necesitan escudarse en el reconocimiento que garantiza una gran cadena hotelera. Hay toda una serie de guías nuevas que reconocen el deseo de conocer hoteles diferentes.
Para terminar, una cuarta regla que no fue incluida entre las características del nuevo tipo de hoteles: el hotel boutique es caro.