<p>Italia y Japón, luego de superar la devastación de la Segunda Guerra Mundial, vivieron gran expansión económica durante mucho tiempo hasta que les llegó el estancamiento. En ambos, la población crece poco, la deuda pública es enorme y la industria tiene extraños lazos con la política. La economía en ambos, hace rato que crece poco. Todas las áreas de la actividad están dominadas por gente vieja que se limita administrar la decadencia a pesar de que cuentan con industrias fuertes y empresas sólidas. La pregunta es, entonces, por qué no crecen más.</p>
<p>Una de las interpretaciones que avanzan los observadores es que viven atados a la vieja burocracia en un sistema de manejo empresarial que desalienta a la juventud. La nueva generación no encuentra seguridad de empleo y no tiene la posibilidad de ambicionar los niveles de vida que tuvieron sus padres. La generación más vieja, cómodamente instalada en los cargos que disfrutan todo tipo de ventajas y beneficios, no abandona sus puestos de trabajo, con lo cual los jóvenes sólo encuentran puestos temporarios o de medio tiempo. Consecuentemente, los jóvenes tanto en Japón como en Italia adoptan un estilo de vida prudente: casi 80 % de los solteros japoneses e italianos entre 18 y 35 años siguen viviendo con sus padres. <br />
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Esto significa que todo en sus vidas se demora: formar una familia, tener hijos o arriesgarse a iniciar un negocio. Muchos interpretan esto como una profunda injusticia entre el destino de esta generación y el de la de sus padres, que gozan de un cómodo retiro y de considerables ahorros.</p>
<p>Pero Italia y Japón son sólo casos extremos de los desafíos que enfrentan todas las economías avanzadas – poblaciones envejecidas, impuestos altos, el alto costo de las políticas sociales y los desafíos de competir con las economías emergentes.</p>
<p>En consecuencia, los jóvenes encuentran que tienen una educación superior que no les sirve para aspirar a los puestos de trabajo que imaginaban antes de graduarse. Soñaron con carreras que les son esquivas o que se vieron cortadas de cuajo de un día para el otro. Muchos optan por estilos de vida alternativos, aceptando trabajos menores o haciendo voluntariado. Otros, emigran a economías emergentes como China, India o Brasil. Otros más, se convierten en emprendedores.</p>
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El drama de los jóvenes que no encuentran futuro en sus países
Las economías avanzadas, aquejadas por problemas económicos, demográficos y sociales, ofrecen pocas perspectivas de progreso a sus generaciones jóvenes. Los casos emblemáticos, Italia y Japón.