El concepto de visión

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La noción más difundida de visión –unidimensional, estática– no es suficiente. Hay que conciliar simultáneamente lo urgente con lo importante y el hoy con el mañana.

Hay que conciliar simultáneamente lo urgente con lo importante, las imperiosas demandas de hoy con las oportunidades de mañana.

Académicos y escritores especializados en temas de management insisten en destacar la importancia del liderazgo con visión. Pero la noción más difundida de visión –unidimensional, estática– no es suficiente.

Hay otro criterio: el que concilia simultáneamente lo urgente con lo importante, las imperiosas demandas de hoy con las oportunidades de mañana.

Para hacer frente a sus responsabilidades con los clientes, accionistas e inversionistas actuales, el líder –que debe tener esta especie de visión bifocal– debe insistir en que los productos y procesos actuales sean continuamente mejorados y perfeccionados.

Al mismo tiempo, para prepararse adecuadamente para sus responsabilidades con los clientes e inversionistas futuros, el líder debe insistir en que la compañía se dedique al desarrollo de productos y procesos del mañana.

La visión bifocal exige prestar atención simultánea al “ahora” y al “después”. Esto parecería paradójico, pero los síntomas de este doble procedimiento se advierten en las prácticas de muchas empresas exitosas.

Este es el caso de Microsoft, una empresa que tiene en el mercado de valores una cotización más alta que Caterpillar, Gillette, Time Warner, Texaco, Boeing y BankAmerica, aunque las ventas y los activos físicos de Microsoft son sólo una fracción de los de estas empresas.

Los pronósticos aseguran que las perspectivas de ganancias futuras de Microsoft son mucho más prometedoras que las de las otras empresas.

Esto de debe en parte a que Microsoft constantemente reemplaza sus exitosas ofertas con nuevos productos y características que el mercado de mañana va a solicitar.

Del mismo modo, la comunidad financiera sabe que los emprendimientos conjuntos que Microsoft realiza con otras empresas de entretenimientos, telecomunicaciones y educación significan siempre que la empresa se está posicionando para las tecnologías y demandas del mercado futuro.

La atención que presta Microsoft a la eficiencia en los costos, a su constante mejoramiento y a la erradicación de defectos representa una de las patas necesarias de la visión bifocal. Pero la prioridad de la compañía es cambiar de dirección, dentro del marco de su competencia, para saltar sobre las oportunidades del futuro.

La visión bifocal exige que los directivos definan las prioridades estratégicas de hoy mientras se definen y posicionan para el mañana

Exige una disciplina diaria de mirar el presente y el futuro a la vez, de interpretar hechos, elecciones y decisiones en términos de sus consecuencias para el presente y en función de las expectativas futuras. Es un proceso diario y activo.

Hay que conciliar simultáneamente lo urgente con lo importante, las imperiosas demandas de hoy con las oportunidades de mañana.

Académicos y escritores especializados en temas de management insisten en destacar la importancia del liderazgo con visión. Pero la noción más difundida de visión –unidimensional, estática– no es suficiente.

Hay otro criterio: el que concilia simultáneamente lo urgente con lo importante, las imperiosas demandas de hoy con las oportunidades de mañana.

Para hacer frente a sus responsabilidades con los clientes, accionistas e inversionistas actuales, el líder –que debe tener esta especie de visión bifocal– debe insistir en que los productos y procesos actuales sean continuamente mejorados y perfeccionados.

Al mismo tiempo, para prepararse adecuadamente para sus responsabilidades con los clientes e inversionistas futuros, el líder debe insistir en que la compañía se dedique al desarrollo de productos y procesos del mañana.

La visión bifocal exige prestar atención simultánea al “ahora” y al “después”. Esto parecería paradójico, pero los síntomas de este doble procedimiento se advierten en las prácticas de muchas empresas exitosas.

Este es el caso de Microsoft, una empresa que tiene en el mercado de valores una cotización más alta que Caterpillar, Gillette, Time Warner, Texaco, Boeing y BankAmerica, aunque las ventas y los activos físicos de Microsoft son sólo una fracción de los de estas empresas.

Los pronósticos aseguran que las perspectivas de ganancias futuras de Microsoft son mucho más prometedoras que las de las otras empresas.

Esto de debe en parte a que Microsoft constantemente reemplaza sus exitosas ofertas con nuevos productos y características que el mercado de mañana va a solicitar.

Del mismo modo, la comunidad financiera sabe que los emprendimientos conjuntos que Microsoft realiza con otras empresas de entretenimientos, telecomunicaciones y educación significan siempre que la empresa se está posicionando para las tecnologías y demandas del mercado futuro.

La atención que presta Microsoft a la eficiencia en los costos, a su constante mejoramiento y a la erradicación de defectos representa una de las patas necesarias de la visión bifocal. Pero la prioridad de la compañía es cambiar de dirección, dentro del marco de su competencia, para saltar sobre las oportunidades del futuro.

La visión bifocal exige que los directivos definan las prioridades estratégicas de hoy mientras se definen y posicionan para el mañana

Exige una disciplina diaria de mirar el presente y el futuro a la vez, de interpretar hechos, elecciones y decisiones en términos de sus consecuencias para el presente y en función de las expectativas futuras. Es un proceso diario y activo.

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