“Effortless perfection” (o sea “la perfección lograda sin esfuerzo”) es una expresión creada por investigadores de la Duke University para referirse a la presión social que sienten muchas mujeres por ser hermosas, delgadas, atractivas e inteligentes. Desde que se impuso el modelo de comunicación de las redes sociales han recurrido con mucho éxito entre el público femenino a “influencers” o sea famosas por algún motivo que tienen la capacidad para crear opinión.
Pero el público masculino es diferente. Si bien un hombre se contagia del deseo de ser, también elegante, esbelto, ágil e inteligente, no le gusta admitir que se compra la misma marca que Messi, por ejemplo. Esto es algo que las mujeres hacen sin ninguna preocupación.
Cuando la marca cosmética Clinique quiso promover su línea Clinique for Men, recurrió a Matthew Zorpas, un famoso bloguero de la moda en Instagram, y a Mikey DeTemple, un surfista norteamericano, fotógrafo y celebrity de las redes sociales. Los 35 avisos pagos que posteó en Instagram de los dos hombres promocionando sus productos generaron 2,4 millones de vistas y 67.000 “me gusta” y compartidos.
Las agencias de “influencers” que se especializan en marcas para hombres niegan rotundamente las acusaciones que les hacen; que el marketing en redes sociales perpetúa estereotipos que en nada ayudan a la gente. Las ayuda a vender más, sí, pero a costa de los consumidores.
Pero las redes sociales tienen un problema con los hombres. En primer lugar, ellos no entran con la asiduidad que lo hacen las mujeres. Y cuando lo hacen buscan contenido entretenido y educativo. Les gusta, por ejemplo, los videos que explican cómo hacer algo. También tienden a no admitir que son influenciados por alguien, dice Steve Barlett, director ejecutivo de Social Chain, una agencia de marketing de “influencers”.
Usar influencers permite a los anunciantes llegar al grupo demográfico específico que buscan con poco gasto. Pero si bien los anunciantes están abandonando sus presupuestos para medios tradicionales para orientarlos hacia las redes sociales que muestran “gente común” en lugar de actores , una encuesta reciente realizada por Unilever descubrió que tres de cada cinco hombres siguen creyendo que los avisos ejercen una presión poco realista sobre ellos para que exhiban la imagen estereotipada del macho.