<p>En algún momento de su evolución, las organizaciones desarrollan una sobreabundancia de “energía negativa” o “actitudes negativas”. A veces podrían estar relacionadas con algún trauma organizacional, como reducción de personal, reducción de presupuesto o aumentos de carga laboral, pero otras evolucionan con el tiempo sin que aparentemente haya ningún acontecimiento que los dispare. La organización negativa se caracteriza por aumento que las quejas, un foco en las razones por las cuales las cosas no se pueden hacer, y lo que parece ser una falta de esperanza en que las cosas mejoren. Parece que la organización está atascada en un pantano. Y ese clima es contagioso. El negativismo puede afectar hasta los empleados más positivos.</p><p>Algunas sugerencias sobre la base de un artículo de Arthur Beck y Ellis Hillmar, profesores de la Universidad de Richmond: <br /><br /><strong>Modelo de conducta positiva <br /></strong><br />Es evidente que si la gerencia habla y se comporta de manera negativa, el personal hará lo mismo. No lo haga. Más aún, adopte una postura positiva con el personal mostrando confianza en sus habilidades. Espere mucho, apoye a su personal, hágalos responsables e sus acciones, confróntelos y sea claro y honesto. Fije estándares para su propio trabajo y relaciones con los empleados y póngase como meta ser un ejemplo que la conducta que busca en ellos. <br /><br /><strong>Reconozca la negatividad <br /></strong><br />No es posible ignorar la negatividad y esperar que desaparezca. Si usted no admite que existe, el personal sentirá que usted está desconectado y no confiará en sus habilidades. No trate de convencer a la gente de que no debería tener sentimientos negativos. Intente en cambio sugerirles cómo hacer para superarlos. <br /><br /><strong>Busque e identifique lo positivo en todas las situaciones</strong> <br /><br />A veces nos olvidamos de buscar lo positivo. Cuando un empleado encuentra una solución impráctica, desechamos rápidamente la idea. Deberíamos identificar el esfuerzo mientras hablamos suavemente sobre la idea. Busca pequeñas victorias y hable de ellas. Convertir una organización negativa en una positiva es el resultado de miles de acciones pequeñas. <br /> </p>
<p><strong>Haga frecuentes reconocimientos positivos <br />
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Hágalo cada vez que descubra un buen desempeño. No acompañe acciones positivas con sugerencias para mejorar. Separe ambas cosas. Combinarlas desvaloriza el reconocimiento para mucha gente. <br />
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<strong>Conténgase de sumarse a la negatividad <br />
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</strong>Es fácil quedar atrapado n la queja y el chismorreo generalizados, particularmente en discusiones informales. Cuando se encuentre en medio de conversaciones negativas, considere la posibilidad de cambiar de tema o haga algún comentario sobre lo negativo del contenido (“Hablemos de algo más agradable”), o pregunte qué se puede hacer sobre la situación (pasar de lo negativo a lo positivo).</p>