Consejos para que las startups no fracasen

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Scott D. Anthony publicó recientemente un libro que describe como un manual para lograr que las grandes ideas lleguen al mercado. El concepto central es que el éxito en la primera milla del recorrido depende de lograr un equilibrio entre pensamiento y acción.

La idea que Anthony desarrolla en “The First Mile: A launch manual for Getting Great ideas into Market” es que la mayoría de las startups fracasan. Más de 50% de las compañías no sobreviven su sexto cumpleaños. Cita sus investigaciones para afirmar que 75% de las startups respaldadas por capital de riesgo no logran devolver el capital de los inversores; 95% no logran sus metas financieras.  Entre más de 10.000 empresas de software financiadas por capital de riesgo desde 2003 en Estados Unidos. “El peligro más grande que afrontan los innovadores en la primera milla”, dice Anthony, “es mantener un adecuado equilibrio entre pensamiento y acción”. “Ambos extremos del espectro son peligrosos. En un extremo se tiene parálisis por análisis. Hacen un perfecto plan del negocio, un   Excel con análisis precisos de costos y entradas, un plan de negocios de impecable redacción y en el papel todo luce perfecto. Pero en la realidad es totalmente frágil.

El otro es hacer sin pensar creyendo que todo pensamiento previo está demás… Eso también es peligroso porque los innovadores pueden perder mucho tiempo y dinero descubriendo cosas que el mundo ya sabe. O pueden agrandar prematuramente un negocio antes de haber identificado elementos clave del modelo de negocios.  

La metodología que ofrece Anthony en La Primera Milla se propone fortalecer las posibilidades de sobrevivencia de la startup. Sobre la base de sus experiencias como consultor de innovación para grandes empresas dice que los innovadores deberían tomarse el tiempo de documentar y evaluar sus ideas  pero no olvidando que ningún plan de negocios sobrevive el primer contacto con el mercado, explica Anthony. Los emprendedores deberían verse a sí mismos como científicos estratégicos cuya tarea es enfocarse en las incertidumbres más importantes y realizar rigurosas pruebas y adaptarse rápidamente.

El éxito en la primera milla se logra  con un equilibrio entre los dos extremos de pensamiento y acción. “Los innovadores deberían ser estructurados y reflexivos, pero con una clara tendencia hacia la acción”.

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