Muchos empresarios y emprendedores prefieren no involucrar su vida personal con el trabajo. A veces porque el trabajo ya quita suficiente tiempo de la vida personal como para mezclarlos, a veces porque no es conveniente llevar la vida personal al trabajo, por ejemplo estableciendo vínculos demasiado cercanos con compañeros o empleados. Pero la vida personal irrumpe en el trabajo, lo queramos o no, cuando explotan las crisis personales. Una enfermedad terminal, un divorcio, el fallecimiento de un ser querido o algo menos grave como una pelea familiar. Todos son ejemplos de tragedias que pueden ocurrir en cualquier momento a cualquier emprendedor o empresario. ¿Cómo se puede manejar tal situación en el trabajo?
Apoyo de los compañeros
Los emprendedores, por ejemplo, suelen tener una mentalidad de “yo lo puedo todo” que no es lo más recomendable en una situación de crisis. Siempre existe la oportunidad de terciarizar algo del trabajo, lo cual no quiere decir terciarizar en el asepción más común sino apoyarse en los compañeros. Darles parte del trabajo, darles nuevas responsabilidades y explicarles que es una situación especial y delicada. Quizás los resultados no sean los óptimos porque el jefe y líder cumple una función importante, pero es más que suficiente para sobrevivir el tramo más complicado de la crisis. Además, luego de que se decidad volver al trabajo, se obtuvo experiencia de campo de primera mano sobre quiénes y cómo se desempeñan en una situación extraordinaria o de presión y responsabilidad.
Honestidad ante todo
Cuando sabemos que no vamos a poder rendir en el lugar de trabajo de la misma manera que lo hacemos siempre, la honestidad es una de las mejores armas que tenemos para enfrentar la crisis temporal. La mayoría de los trabajadores pasaron por situaciones, como mínimo, similares así que la empatía necesaria para hablar francamente existe. Convencer a los demás que la empresa o el proyecto aún es importante y ser claro sobre cuáles van a ser las cosas en las que el jefe va a estar y cuáles en las que no. Esto permite manejar el negocio con un piso claro. Este es uno de los momentos en que haber construído una base sólida de honestidad y respeto mutuo da sus frutos.
No perder todo el contacto con los clientes clave
La gran mayoría de las firmas tiene uno o un puñado de clientes clave. Son los peces gordos de la cartera. De ser posible, es importante no perder el contancto con los clientes más relevantes de la empresa o no perderlo del todo. Es preferible mantener a los clientes antiguos que hacer el esfuerzo de captar a nuevos potenciales cliente, al menos hasta que la situación se normalice. Entre otras cosas, es importante no perder la reputación con los clientes más relevantes para la empresa porque eso puede costar mucho más caro que simplemente dejar pasar unos meses antes de retomar negocioaciones con nuevos interesados que aún no conocen la empresa.
Un poco de introspección
El viejo adagio de la crisis y la oportunidad. Un tiempo fuera del trabajo también puede ser el momento oportuno para un poco de introspección sobre nosotros mismos y nuestra relación con el trabajo y los afectos personales. Puede ser que esto refuerze nuestro compromiso con nuestra labor o que nos haga replantear aspectos importantes en los que antes no habíamos reparado. De cualquier manera, cocodrilo que se duerme es cartera. Así que agitar las aguas nunca viene mal, porque en muchas empresas éxitosas la única constante es el cambio.