Randstad, el gran grupo mundial en servicios de Recursos Humanos, dio a conocer los resultados del segundo trimestre del Workmonitor, un estudio que releva las expectativas, estados de ánimo y comportamientos de los trabajadores en 34 países, Argentina incluida. A pesar de que se sabe que es necesario un equilibrio entre el trabajo y la vida personal, 44% de los argentinos considera que su empleador pretende que esté disponible aún fuera del horario de trabajo, lo que supone un aumento significativo respecto de 33% de marzo de 2012.
A partir de la percepción que tienen de la expectativa de sus empleadores, 60% de las personas encuestadas indicó que no le importa tener que atender asuntos de trabajo en su tiempo libre, 58% dice que responde llamados o emails en forma inmediata estando fuera del horario regular de trabajo. Y 38% dice que su empleador espera que esté disponible también durante sus vacaciones.
Según manifestó Andrea Avila, CEO de Randstad, “Los nuevos paradigmas del mundo del trabajo y la tecnología que hoy nos permite estar conectados en cualquier lugar y en todo momento, han hecho que la línea que divide las horas de trabajo y el tiempo libre sea cada vez más difusa. Muchas empresas trabajan intensamente para insertar el concepto de equilibrio trabajo/vida privada en su cultura corporativa, ya que forma parte de las buenas prácticas en materia de gestión de las personas. Pero, según los resultados del estudio, falta mucho todavía para que se logre el ansiado equilibrio. Porque equilibrio quiere decir que cada actividad de nuestra vida tenga el tiempo necesario para ser disfrutada. O sea, que ninguna avasalle a la otra. Y por lo que se ve hasta ahora, la tecnología solo ha servido para que la mayor parte del día esté al servicio del trabajo.
Jefes y empresas demandantes no son sólo patrimonio de la Argentina. Los resultados globales del Randstad Workonitor arrojan que 57% de los encuestados en 34 países consideran que su empleador requiere que estén disponibles fuera del horario laboral. Se destacan en los extremos el caso de China, donde así lo creel 89% y el de Suecia donde lo hace apenas 40%.