Los seres humanos son criaturas muy complejas y todos los truquitos que se ensayan para motivarlos a la corta o a la larga fracasan. Por eso, lo mejor para hacer es desarrollar un ojo crítico al momento de contratar a la persona; hay que contratar gente que ya traiga altos niveles de motivación intrínseca. Gente que arda en deseos de trabajar en la organización. Gente que trabajaría para ustedes aun sin que le paguen.
Luego, pintar una clara imagen del futuro, establecer normas sociales y crear la cultura. Poner a todos “en la misma página” y asegurarse de que todos entiendan lo que quieres lograr y cómo quieres lograrlo. Luego, dejarlos solos y dejarlos que hagan lo que tienen que hacer asegurándote de quitar del camino todo aquello que pueda desmotivarlos.
No se puede motivar a nadie para que haga algo pero sí es muy fácil desmotivarlo. Contrata a la gente adecuada, prepárala para el éxito y elimina cualquier obstáculo.