<p>4.<strong> Interminable enumeración de trabajos anteriores, cada uno con descripciones detalladas. </strong>Antes se usaba mucho, pero hoy la gente no tiene tanto tiempo para leer. Limite lo más posible la enumeración. Resuma lo que ha hecho durante su vida laboral. Use el currículum para contar una historia. Póngale voz humana. <br />
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5. <strong>Investigación no solicitada</strong>. No sucumba a la tentación de pretender comprarse la voluntad del reclutador con la técnica del mejor alumno de clase: investigar en profundidad la empresa en cuestión y mostrar que se sabe todo cuanto hay para saber. Claro que es adecuado enterarse sobre la compañía donde aspira trabajar. Pero la investigación tiene valor por lo que revela sobre la compañía, no para demostrar que se ha investigado. <br />
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Finalmente, lo último que alguien debe hacer durante una entrevista de trabajo es pretender obtener puntos sacando a relucir una carpeta con recortes diciendo “Me pasé todo el fin de semana investigando su compañía”. Eso es pedir limosna. Durante su búsqueda de trabajo, condúzcase como un consultor o asesor de negocios. Investigue todo lo que quiera, pero guárdeselo para usted. Utilice lo que averiguó para llevar adelante una buena conversación de negocios, no para obtener una palmadita en la espalda.</p>
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Las costumbres cambian en todos los ámbitos de la vida. Quien se encuentre en la situación de buscar un empleo deberá mostrar, ante todo, que es una persona que conoce los hilos invisibles de las relaciones humanas del momento. Sería un error comenzar una carta con una frase que ha caído en desuso. Para ayudar a identificar técnicas que fueron útiles en el pasado pero que son peligrosas hoy porque nos presentan como desactualizados, Liz Ryan, consultora en Recursos Humanos, identifica cinco. <br />
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1. <strong>Usar papel y sobres especialmente pensados para currículum.</strong> En su búsqueda de empleo, no use papel nudoso de color beige, rosado o gris especial para curriculum o ningún otro tipo de papel especial con sobre haciendo juego. Eso es un invento de los 80. La mayoría de los currículums hoy llegan a los empleadores por vía electrónica, en cuyo caso son ellos los que las van a imprimir. Si lo va a hacer usted, use simple papel blanco. Si prefiere, use un gramaje algo más grueso que el normal. Mantenga el formato simple. Lo que importa es el contenido. No va a ganar màs puntos por el color del papel ni las florituras. <br />
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2. <strong>Usar lenguaje que hace rechinar los dientes</strong>. “Cuando lego ‘Estimado señor’ o ‘estimada señora’ inmediatamente me imagino una persona con guantes blancos y llevando unos diminutos catalejos para el teatro hechos en madreperla. No me malinterpreten, yo tengo catalejos de teatro y desearía que los guantes blancos todavía se usaran. Pero no se usan. Nunca use esa frase introductoria, o su prima “A quien pueda interesar”—en una carta de acompañamiento. En 2012 las empresas son porosas. Podemos averiguar en segundos el nombre del gerente de contrataciones usando LinkedIn. Es una obligación, porque tampoco podemos iniciar la carta “Estimado gerente de contratación”. Averigüe el nombre de la persona relevante o lance su currículum a un agujero negro y saltee la carta de acompañamiento. <br />
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3. <strong>He aquí por qué usted debería contratarme.</strong> La gente es contratada cuando el gerente a cargo cree – intelectual o emocionalmente — que la persona sentada al otro lado del escritorio puede hacer el trabajo. El proceso no es lineal. It isn’t a linear process. En lugar de creer que los títulos y certificaciones son garantía de algo hay que hablar con el gerente en una forma que inspire confianza.</p>
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