<p>No sobrevive ni el más fuerte ni el más rico, sino el más apto. Y la aptitud para sobrevivir – descubrió Webber en Tanzania, conviviendo con tribus cazadoras y recolectoras – radica en la diversidad. Convivió – en un safari híbrido liderado por Mary y Louis Keakey — con las tribus Massai, Hadzabe y Dorobo. <br />
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Durante ese safari aprendió que las leyes de supervivencia en África son cuatro: “Comer. No ser comido. Tener sexo y reproducirse.”<br />
Descendió al cráter del Ngorongoro, donde 80% de los animales muere en su primer año de vida y se convierte en alimento para los que no mueren.<br />
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Salió de madrugada con las mujeres Hadzabe, que salen a diario a recolectar alimentos cavando con palos para desenterrar tubérculos que a la noche cocinan a fuego abierto. Salió de caza con los hombres Hadzabe, armados todos con arcos y flechas para regresar con carne fresca para la cena. Otro día observó cómo uno de los tres últimos hombres Dorobo que quedan en el planeta, acechaban a un ciervo. Los tres son hombres, de modo que esa tribu se extingue, porque ignoró la tercera ley de supervivencia: tener sexo. <br />
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La experiencia le sirvió para reflexionar sobre la vida de las empresas. Si las tribus tratan de preservar un modo de vida, lo mismo intentan las empresas: no ser comidas. No ser de las que mueren para alimentar a otras. <br />
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“Por primera vez”, dice en su libro, “pude ver a una empresa como una tribu, un grupo de personas unidas para crear un modo de vida que podìa continuarse en el futuro. Como los Hadzabe, las empresas son su gente, comunidades vivientes que tratan de llegar al día siguiente, viviendo según los principios de biología y las leyes de Charles Darwin.” <br />
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La supervivencia del más apto, no del más fuerte ni del más rico, sino del más adaptable. La supervivencia de las especies con un banco de genes lo suficientemente diverso para no especializarse cada vez más adaptándose a una situación que puede cambiar en cualaquier momento.. Un banco de genes diversos podría impedir que una especie – o una empresa – vaya a parar directo a un futuro sin salida. <br />
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Podríamos pensar en un banco de genes diversos como una póliza de seguro contra el cambio. Y podríamos pensar en Charles Darwin como el más importante gurú del management para los negocios de la actualidad. <br />
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“Hasta ahora la defensa de la diversidad solía hacerse sobre la base de ‘hacer lo correcto’. Nuestros valores reclaman diversidad. Nuestro código moral nos dice que la igualdad de oportunidades es la forma correcta de hacer negocios. Pero a la noche en Tanzania comencé a darle otro sentido a la diversidad: <em>supervivencia del más apto</em>. Una población diversa da a cualquier organización su mejor carta para sobrevivir. Cuando el cambio es rápido e impredecible, la diversidad ofrece una posibilidad para la adaptación."<br />
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Charles Darwin visto como gurú del management
Alan M. Webber, autor del libro Rules of Thumb aporta otra explicación para la necesidad de cuidar la diversidad en las empresas: hacerlas más aptas para la supervivencia.