<p>O sea, que ahora se reconoce que las ideas novedosas pueden transformar cualquier parte de la cadena de valor. <br />
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Con este cambio de foco, entonces, quedan algunas viejas ideas sobre la innovación que han dejado de tener valor. Una de ellas, que hay un momento de revelación en que aparece la idea . Como el de Arquímedes o Newton debajo del manzano, creemos todavía que hay un momento que define el proceso de innovación. De esto se deduce que las empresas necesitan contratar un grupo de pensadores y darles un buen entorno, tiempo y lugar para que desarrollen ideas.</p>
<p>Si en cambio se la concibe como una cadena de actividades conectadas – entre la generación de una idea y su comercialización exitosa – es durante las últimas etapas del proceso donde se consume más tiempo y también donde más problemas surgen.<br />
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La mayoría de los esfuerzos en innovación fracasan no por falta de ideas brillantes sino por ausencia de un seguimiento cuidadoso y profundo. Las compañías más inteligentes saben dónde están los eslabones débiles en toda la cadena de valor de la innovación e invierten tiempo en corregir las debilidades en lugar de reforzar las fortalezas. <br />
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Cambió la definición de innovación
Por lo general siempre se ha pensado que la innovación tiene que ver, fundamentalmente con nuevos productos y nuevas tecnologías. En la actualidad a esa idea se le agrega el desarrollo de nuevos servicios, de nuevos modelos de negocios, de planes de precios y de rutas al mercado además de nuevas prácticas de gerenciamiento.