Bebidas, lo primero que se contrae en una crisis

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El consumo de bebidas se contrajo 8% -en el 2016-, dado que se achicó el tamaño de las compras totales y se pasó a una menor cantidad de envases o unidades adquiridas, según un análisis sobre el consumo en diferentes períodos de crisis que desarrolló Kantar Worldpanel.

La categoría líder del sector son las gaseosas, donde las segundas marcas concretaron evoluciones positivas por encima del resto, sobre todo en aquellos hogares donde el dinero disponible para hacer las compras se vio afectado por ajustes en los servicios básicos y se pasó de primeras a segundas marcas.

Los niveles altos mostraron una evolución positiva para las bebidas a base de hierbas, cervezas, aguas no saborizadas y gaseosas, único estrato social donde la categoría líder del sector bebidas creció. El medio bajo restringió su consumo en todas las opciones de bebidas, salvo en jugos concentrados que presenta el precio promedio por litro más bajo. Mientras que en el bajosuperior sólo lograron estabilidad los jugos en polvo. Por último, la base de lapirámide registró un menor volumen para todas las categorías, excepto en aquellas a base de hierbas, aguas no saborizadas y jugos listos.


“Sin duda, existen productos más reemplazables o prescindibles que otros. Los fabricantes tienen el desafío de pensar estrategias que lleven a sus categorías a ser las últimas que el hogar deje fuera del changuito al momento de hacer las compras; pensar en estrategias diferenciadas por nivel socio-económico es un buen camino”, e
xplicó Federico Filipponi, Director Comercial de Kantar Worldpanel.

“Bebidas es un sector disparador de viajes al punto de venta; -agregó- es dueño de la categoría que más frecuentemente compran los hogares: las gaseosas, las cuales son adquiridas 40 veces al año en promedio, valor que se eleva a 47 en el nivel socioeconómico Bajo Superior por lo que cualquier cambio de hábito de consumo, repercutirá en el sector y en la canasta total”.

 

El consumo en las crisis

 

Argentina atravesó en el 2001 una de las crisis más fuertes del mundo y el consumo masivo mostró una retracción del 11%. En ese momento, para bebidas la caída en volumen fue de un 15% donde la contracción de gaseosas, dueña del 55% de la facturación total, provino desde el ajuste en el tamañodelas compras, los formatos retornables que estimularon compras más frecuentes y la botella de 1,250 litros que ayudó a las primeras marcas a no perder territorio.

Una categoría que logró subsistir gracias a su rendimiento desde un bajo desembolso fueron los jugos en polvo, quienes se quedaron con parte del mercado perdido por las gaseosas. En el 2002, el posicionamiento de precios fue clave para que,tanto los envases retornables de gaseosas, como los jugos en polvo, no cedieran el terreno ganado.

En el 2009, si bien la canasta se mantuvo estable, el sector bebidas fue el único que contrajo su volumen un 8% desde compras más esporádicas, principalmente de marcas más económicas. Nuevamente aparecen los envases retornables como contención de las primeras marcas. Un nuevo jugador le aportó dinamismo al sector: las aguas saborizadas, cuyos players -primeras marcas- también apostaron desde el precio con buenos resultados en términos de penetración. En el 2010 la recuperación llegó de la mano de las opciones con las menores variaciones de precio medio: los jugos en polvo y las aguas saborizadas.

Mientras que en el 2016, la canasta cayó un 4% y bebidas duplicó esta tasa de contracción, el tamaño de las compras se volvió a achicar luego de más de una década sin hacerlo, pero no por envases más chicos, sino por menor cantidad de envases o unidades.

 

 

 

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