Lo sorprendente es que los jefes hagan muy poco por solucionar este problema. Pero hay algunos caminos para solucionar esto. Seth Godin, autos de 17 libros, sugiere cinco:
1: El compromiso, desde arriba, de que este lugar va a ser diferente.
Esto implica muchas cosas. Implica liderar mostrando que las promesas se cumplen. Es ver realmente el liderazgo como una oportunidad para atender a los clientes pero a la vez saber dar entusiasmo a los empleados. Esto puede llevar tiempo y no es el camino más barato.
2: Contratar por actitud, no por habilidades aprendidas.
Uno puede enseñarle a una persona a hacer casi todo. Lo más difícil es crear un instinto de preocuparse por lo que se hace. Cuando usted contrata a gente confiable que está dispuesta en confiar en usted, tienen una oportunidad de crear confianza, lo cual permite la comunicación y le permite a usted enseñar. Y eso mejora todo.
Si usted se apresura en juntar un prupo de personas que “pueden hacer el trabajo” terminará con gente que necesitaba el trabajo. Por otro lado, si está dispuesto a invertir en que se anotan para hacer el camino junto con usted, terminará con un equipo.
3: Tenga bien en claro, en acciones y en palabras, lo que es importante.
No hace nada bien contratar por actitud pero sólo premiar los resultados de corto plazo. Si usted recompensa a alguien no muy positivo simplemente porque hizo algo, deja en claro a todos los demás que eso está bien. Si usted descuida a la persona que esconde sus errores porque su productividad es alta, entonces está recompensando la ofuscación y el ocultamiento.
Si usted dice que algo es importante pero no les da las herramientas y el apoyo y la capacitación que necesitan para hacer eso importante, lo que realmente les está diciendo es que no es importante.
4: Sea claro y consistente sobre cómo se hacen las cosas aquí.
Va a pasar mucho tiempo antes de que hagan suyo el lugar. Después de todo usted es el dueño y puede ser que no actúe algunas veces como si le importara. “Este trabajo es importante. Alimenta a mi familia, paga el alquiler y se conecta con mi autoestima. Voy actuar por el interés de mi familia, no por los accionistas invisibles.”
5: Su problema no es el de ellos
La gente que construye los cimientos de su empresa tiene muchos problemas. No les cuente los suyos. Con el tiempo, es razonable esperar que un ambiente de trabajo donde impera el respeto va a conducir a más pensamiento sobre el problema general. Pero es inocente esperar que una persona de 20 años que hace una semana que trabaja allí haga la conexión con el cliente que acaba de entrar, o con el próximo vencimiento del préstamo.
Usted puede enseñarle a hacer casi de todo. Es mucho más difícil crear la preocupación por el lugar.