Peligra en Gran Bretaña el marketing para niños

Todas las manifestaciones del marketing para niños están siendo objeto de intenso control parental y público. En lo que hace a alimentos, los anunciantes se reúnen en Londres para analizar el tema de qué mensajes enviarles a los niños.

17 noviembre, 2003

Los anunciantes de alimentos se reúnen la semana entrante en la conferencia
anual de la asociación británica de publicidad para discutir el
controvertido tema del marketing para niños.

Debra Shipley, miembro del parlamento británico por el partido laborista,
ha presentado un proyecto de ley para prohibir a las cadenas de comidas rápidas
hacer publicidad en televisión dirigida a niños en edad pre-escolar.
Mientras tanto, una comisión de salud en la Cámara de los Comunes
que analiza la obesidad infantil, está estudiando también prohibir
la publicidad infantil sobre empresas de alimentos y bebidas y reclama que las
grandes marcas como McDonald´s y Coca Cola respondan a acusaciones que las señalan
como responsables de enriquecerse con productos que dañan la salud de
los niños.

Como era lógico esperar, los organismos publicitarios como la Advertising
Association y la Incorporated Society of British Advertisers (ISBA), están
montando una fuerte resistencia. “La publicidad hacia los niños
tiene una serie de ventajas”, dice Ian Twinn, director de asuntos empresariales
del ISBA. “Educa e informa a la gente sobre qué comprar y los niños
tienen el mismo derecho que cualquier otro grupo de consumidores. En un mundo
de constante información y posibilidad de optar uno no puede cortar la
publicidad”.

Todos los fabricantes de productos para niños están en pie de
guerra ante la perspectiva de por lo menos una sola categoría sufra veda
publicitaria. Una vez que se ha sentado precedente, piensan, las restricciones
a otras categorías de productos – especialmente juguetes – seguramente
no se harán esperar.

Los anunciantes de alimentos se reúnen la semana entrante en la conferencia
anual de la asociación británica de publicidad para discutir el
controvertido tema del marketing para niños.

Debra Shipley, miembro del parlamento británico por el partido laborista,
ha presentado un proyecto de ley para prohibir a las cadenas de comidas rápidas
hacer publicidad en televisión dirigida a niños en edad pre-escolar.
Mientras tanto, una comisión de salud en la Cámara de los Comunes
que analiza la obesidad infantil, está estudiando también prohibir
la publicidad infantil sobre empresas de alimentos y bebidas y reclama que las
grandes marcas como McDonald´s y Coca Cola respondan a acusaciones que las señalan
como responsables de enriquecerse con productos que dañan la salud de
los niños.

Como era lógico esperar, los organismos publicitarios como la Advertising
Association y la Incorporated Society of British Advertisers (ISBA), están
montando una fuerte resistencia. “La publicidad hacia los niños
tiene una serie de ventajas”, dice Ian Twinn, director de asuntos empresariales
del ISBA. “Educa e informa a la gente sobre qué comprar y los niños
tienen el mismo derecho que cualquier otro grupo de consumidores. En un mundo
de constante información y posibilidad de optar uno no puede cortar la
publicidad”.

Todos los fabricantes de productos para niños están en pie de
guerra ante la perspectiva de por lo menos una sola categoría sufra veda
publicitaria. Una vez que se ha sentado precedente, piensan, las restricciones
a otras categorías de productos – especialmente juguetes – seguramente
no se harán esperar.

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