Tercerizar para ser más eficientes

A contramano de lo que hizo Henry Ford, quien llegó a comprar plantaciones para producir su propio caucho para los neumáticos de sus autos, hoy se busca la eficiencia mediante la tercerización.

5 enero, 2002

Ahorro de tiempo y de espacio son apenas dos de las razones por las cuales las empresas están optando por tercerizar todo aquello que no sea específicamente su negocio. Por ejemplo, una firma que vende electrodomésticos contrata a otra para que reparta la mercadería y a una tercera para que atienda a sus clientes.

Esta tendencia no es caprichosa. De hecho, la gran mayoría de las tareas que se desarrollan hacia adentro de una compañía (back office), como archivo de documentación, atención de usuarios, pago a proveedores, etc., pueden ser desarrolladas por otras empresas. De esta manera, además de ahorro en los costos, las compañías logran focalizarse en su estrategia y, fundamentalmente, en su negocio.

Se trata de una tendencia que nació en Europa y Estados Unidos durante la década del ´80, de la mano de empresas petroleras y automotrices. Luego, se hizo fuerte entre las firmas de consumo masivo y, desde hace unos años, viene pisando fuerte en Latinoamérica.

Pero contratar a terceros no es la única manera. PricewaterhouseCoopers, por ejemplo, propone la aplicación de Centros de Servicios Compartidos (CSC), una suerte de tercerización interna aplicable, sobre todo, a grupos económicos o conglomerados con distintas unidades de negocios. Por ejemplo: si una misma empresa de telefonía vende teléfonos celulares, ofrece acceso a Internet y, además provee líneas telefónicas residenciales y corporativas, tiene por lo menos tres departamentos de finanzas. La idea de los CSC es, precisamente, unificar todas aquellas tareas que se repiten (como las que desarrolla la unidad de finanzas de casa sub-empresa), y que no hacen al foco del negocio. Lo ideal es formar una única unidad de negocios que brindará servicios a las distintas empresas del grupo.

Otro ejemplo está dado por una empresa de telecomunicaciones cuyo objetivo es captar clientes. También, claro, tiene que emitir facturas, procesar transacciones y liquidar sueldos y jornales. Al aplicar los CSC la empresa no dispersará tiempo, ahorrará costos y será más eficiente.

La diferencia fundamental que existe entre la tercerización y lo que propone PricewaterhouseCoopers radica en que en el primer caso se saca a una unidad de negocios que está dentro de la organización y se contrata a otra, mientras que en los CSC se determina cuáles son los procesos comunes y se arma una unidad de negocios para dar soporte a todas las demás. Es una unidad que tendrá un tamaño acorde a las necesidades de cada compañía, debe ser eficiente y está obligada a dar un servicio.

Los Centros de Servicios Compartidos pueden entenderse como una suerte de ensayo o paso previo a la tercerización definitiva. Es más: muchas unidades de CSC que en un primer momento brindan servicios a las empresas del holding, con el tiempo pueden expandirse y brindar servicios externamente.

En ambos casos (tercerización o CSC), los beneficios para la empresa serán múltiples: reducción de gastos, incremento de la productividad, mejores esquemas de control, mejor uso del capital de trabajo y reducción fiscal, entre otras. Pero, ¿los clientes también se benefician? Depende de cada compañía. El usuario final debería sentir el beneficio, porque si la empresa reduce costos esto podría traducirse en una reducción del precio del producto final, pero no tiene por qué ser así.

Al aplicar estos procesos, también existen para la empresa una serie de beneficios intangibles: mejoramiento en la veracidad y consistencia de la información, una transición más veloz enfocada en el valor agregado y un mejor servicio al cliente, entre otros.

Ahorro de tiempo y de espacio son apenas dos de las razones por las cuales las empresas están optando por tercerizar todo aquello que no sea específicamente su negocio. Por ejemplo, una firma que vende electrodomésticos contrata a otra para que reparta la mercadería y a una tercera para que atienda a sus clientes.

Esta tendencia no es caprichosa. De hecho, la gran mayoría de las tareas que se desarrollan hacia adentro de una compañía (back office), como archivo de documentación, atención de usuarios, pago a proveedores, etc., pueden ser desarrolladas por otras empresas. De esta manera, además de ahorro en los costos, las compañías logran focalizarse en su estrategia y, fundamentalmente, en su negocio.

Se trata de una tendencia que nació en Europa y Estados Unidos durante la década del ´80, de la mano de empresas petroleras y automotrices. Luego, se hizo fuerte entre las firmas de consumo masivo y, desde hace unos años, viene pisando fuerte en Latinoamérica.

Pero contratar a terceros no es la única manera. PricewaterhouseCoopers, por ejemplo, propone la aplicación de Centros de Servicios Compartidos (CSC), una suerte de tercerización interna aplicable, sobre todo, a grupos económicos o conglomerados con distintas unidades de negocios. Por ejemplo: si una misma empresa de telefonía vende teléfonos celulares, ofrece acceso a Internet y, además provee líneas telefónicas residenciales y corporativas, tiene por lo menos tres departamentos de finanzas. La idea de los CSC es, precisamente, unificar todas aquellas tareas que se repiten (como las que desarrolla la unidad de finanzas de casa sub-empresa), y que no hacen al foco del negocio. Lo ideal es formar una única unidad de negocios que brindará servicios a las distintas empresas del grupo.

Otro ejemplo está dado por una empresa de telecomunicaciones cuyo objetivo es captar clientes. También, claro, tiene que emitir facturas, procesar transacciones y liquidar sueldos y jornales. Al aplicar los CSC la empresa no dispersará tiempo, ahorrará costos y será más eficiente.

La diferencia fundamental que existe entre la tercerización y lo que propone PricewaterhouseCoopers radica en que en el primer caso se saca a una unidad de negocios que está dentro de la organización y se contrata a otra, mientras que en los CSC se determina cuáles son los procesos comunes y se arma una unidad de negocios para dar soporte a todas las demás. Es una unidad que tendrá un tamaño acorde a las necesidades de cada compañía, debe ser eficiente y está obligada a dar un servicio.

Los Centros de Servicios Compartidos pueden entenderse como una suerte de ensayo o paso previo a la tercerización definitiva. Es más: muchas unidades de CSC que en un primer momento brindan servicios a las empresas del holding, con el tiempo pueden expandirse y brindar servicios externamente.

En ambos casos (tercerización o CSC), los beneficios para la empresa serán múltiples: reducción de gastos, incremento de la productividad, mejores esquemas de control, mejor uso del capital de trabajo y reducción fiscal, entre otras. Pero, ¿los clientes también se benefician? Depende de cada compañía. El usuario final debería sentir el beneficio, porque si la empresa reduce costos esto podría traducirse en una reducción del precio del producto final, pero no tiene por qué ser así.

Al aplicar estos procesos, también existen para la empresa una serie de beneficios intangibles: mejoramiento en la veracidad y consistencia de la información, una transición más veloz enfocada en el valor agregado y un mejor servicio al cliente, entre otros.

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