Oracle: Safra Catz elimina rivales en una dura interna
Gregory Maffei cesó abruptamente como CFO y copresidente, a meses de asumir. Lawrence Ellison CEO- dijo que el hombre había conseguido algo mejor. Maffei insiste en que no hubo conflicto con Catz, el poder detrás del torno. No le creen.
En realidad, este presuroso desembarque se ve, entre observadores sectoriales, como nueva evidencia del poder real acumulado por Safra Catz, otra copresidente y presunta heredera de Ellison, que pasa los sesenta. La nueva crisis en el management resulta de un choque entre personalidades fuertes, no de problemas en la compañía (aunque podrían surgir si los ánimos no se atemperan, temen en Wharton).
Inevitablemente, las grescas dentro de la segunda firma mundial de software empresario repercuten dentro y fuera de ese mercado. En un informe para clientes, horas antes de saberse la noticia, Goldman Sachs notaba que Maffei no iba a la oficina desde mediados de octubre. Por eso, fue preciso cancelar la reunión anual con analistas (el 24) y una presentacion programada en GS misma, para la semana próxima. Ahí empezaron a circular los rumores.
Al parecer, GS estaba convencida de que la situación y el futuro de Maffei en Oracle estaban en riesgo. Antes de entrar en la firma (mayo), era direcvtor ejecutivo en 360Networks (telecomunicaciones). Provenía de Microsoft, donde fue también director financiero. En el ambiente, a Maffei lo consideran brillante, ambicioso y sin pelos en la lengua. Catz se le parece, pero no es brillante como ejecutiva y su poder radica en la influencia que ejerce sobre Ellison.
No sorprendió a nadie que Catz tomase el cargo de Maffei (quien le decía “cat” en las peleas). Aparte de ella, resta el segundo copresidente, Charles Phillips, ex analista de software en Morgan Stanley, otra compañía donde las copresidencias generaban crisis.
“Esto demuestra que Oracle tenía, y probablemente tenga, demasiados copresidentes, en un entorno político difícil”. Eso sostiene Charles Bona, experto de la consultora Sanford Bernstein, recordando que Henry You –antecesor de Maffei- duró sólo un año, porque tampoco soportaba a Catz.
En realidad, este presuroso desembarque se ve, entre observadores sectoriales, como nueva evidencia del poder real acumulado por Safra Catz, otra copresidente y presunta heredera de Ellison, que pasa los sesenta. La nueva crisis en el management resulta de un choque entre personalidades fuertes, no de problemas en la compañía (aunque podrían surgir si los ánimos no se atemperan, temen en Wharton).
Inevitablemente, las grescas dentro de la segunda firma mundial de software empresario repercuten dentro y fuera de ese mercado. En un informe para clientes, horas antes de saberse la noticia, Goldman Sachs notaba que Maffei no iba a la oficina desde mediados de octubre. Por eso, fue preciso cancelar la reunión anual con analistas (el 24) y una presentacion programada en GS misma, para la semana próxima. Ahí empezaron a circular los rumores.
Al parecer, GS estaba convencida de que la situación y el futuro de Maffei en Oracle estaban en riesgo. Antes de entrar en la firma (mayo), era direcvtor ejecutivo en 360Networks (telecomunicaciones). Provenía de Microsoft, donde fue también director financiero. En el ambiente, a Maffei lo consideran brillante, ambicioso y sin pelos en la lengua. Catz se le parece, pero no es brillante como ejecutiva y su poder radica en la influencia que ejerce sobre Ellison.
No sorprendió a nadie que Catz tomase el cargo de Maffei (quien le decía “cat” en las peleas). Aparte de ella, resta el segundo copresidente, Charles Phillips, ex analista de software en Morgan Stanley, otra compañía donde las copresidencias generaban crisis.
“Esto demuestra que Oracle tenía, y probablemente tenga, demasiados copresidentes, en un entorno político difícil”. Eso sostiene Charles Bona, experto de la consultora Sanford Bernstein, recordando que Henry You –antecesor de Maffei- duró sólo un año, porque tampoco soportaba a Catz.
