Obama: una campaña impecable

La campaña fue concebida comprendiendo a cabalidad dos cambios fundamentales: 1) como el control lo tienen los votantes, 2) el “tiempo” cambió se podía actuar antes. Luego la ejecución fue realizada a las mil maravillas.

5 noviembre, 2008

No hay duda — dice Pete Snyder en Adage la mañana siguiente a las elecciones presidenciales en Estados Unidos — que este año presentó el clima más duro para los republicanos desde Watergate; a tal punto que la campaña fue una lucha cuesta arriba para John McCain o cualquiera de los nominados republicanos. Dicho esto, Barack Obama, David Axelrod y todo el equipo merecen un enorme respeto y crédito por haber realizado una campaña prácticamente sin errores.
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No pelearon la guerra de hoy con armas de ayer y, lo m&aacute;s importante, la campa&ntilde;a que realizaron estuvo basada en una estrategia de superior calidad. Para los objetivos de la columna que publica en AdAge, Snyder propone olvidar por el momento los temas en juego, olvidar el clima e ignorar el mensaje La sencilla realidad es que Obama y sus jefes de campa&ntilde;a entendieron los dos cambios m&aacute;s importantes de este momento: </p>
<p>1. El cronograma de la elecci&oacute;n cambi&oacute; fundamentalmente esta vez: antes el Election Day era simplemente eso, un d&iacute;a, y no se defin&iacute;a hasta los &uacute;ltimas 72 horas (as&iacute; fue durante varias d&eacute;cadas). Esta vez se decidi&oacute; con seis semanas de anticipaci&oacute;n. </p>
<p> 2. Debido a los cambios s&iacute;smicos en la forma en que los votantes obtienen y procesan informaci&oacute;n que nosotros los marketineros venimos viendo desde hace rato, el votante, al igual que el consumidor, est&aacute; ahora en control y por tanto estaba abierto a decidir su voto m&aacute;s temprano que nunca. </p>
<p>Combinados, esos dos supuestos fundamentales dieron a Obama una ventaja estrat&eacute;gica sobre el senador Mccain. &iquest;C&oacute;mo? </p>
<p> El enorme rev&eacute;s inicial de Obama en Iowa y el siguiente duelo a muerte con Hillary en 50 estados alteraron las reglas del juego. Hist&oacute;ricamente, un pu&ntilde;ado de estados decid&iacute;an ese juego en unos 45 d&iacute;as (por lo general, menos del 1% de todos los votantes del pa&iacute;s) y la mayor&iacute;a de los americanos no sent&iacute;an la presi&oacute;n de involucrarse hasta el mism&iacute;simo final. En cambio, el choque de dos titanes dem&oacute;cratas arrastr&oacute; a millones de estadounidenses a las urnas porque, por primera vez en una primaria, su voto realmente pod&iacute;a marcar la diferencia. </p>
<p>El campo de Obama advirti&oacute; que algo muy diferente estaba ocurriendo. Tir&oacute; por la borda muchos de los viejos adagios y supuestos pol&iacute;ticos, incluyendo el principal: que los americanos no se conectan con la elecci&oacute;n hasta despu&eacute;s de Labor Day (primer lunes de septiembre). La campa&ntilde;a del candidato dem&oacute;crata orient&oacute; su compromiso — <em>online</em> y <em>off line</em> — hacia el logro de ese compromiso y ese inter&eacute;s con mucha mayor anticipaci&oacute;n y se moviliz&oacute; en un juego sin precedentes para conquistar su voto. </p>
<p>El camino de McCain hacia la nominaci&oacute;n fue m&aacute;s f&aacute;cil y qued&oacute; decidido casi tres meses antes que Obama cruzara el m&aacute;gico umbral de la nominaci&oacute;n. McCain descans&oacute;, reorganiz&oacute; el personal de su campa&ntilde;a, trabaj&oacute; en llenarsus cofres y puso la mirada en la convenci&oacute;n y el tradicional per&iacute;odo de ataque: a partir del mes de septiembre. </p>
<p>Obama actu&oacute; de modo diferente. Habiendo decidido no depender de las tradicionales leyes de financiamiento de campa&ntilde;a (lo cual demostr&oacute; ser una de sus decisiones m&aacute;s sabias) utiliz&oacute; sus recursos al m&aacute;ximo. Su campa&ntilde;a comenz&oacute; a invertir millones de d&oacute;lares en la apertura de oficinas en los 50 estados, muchas en &aacute;reas donde los dem&oacute;cratas no hab&iacute;an ganado desde hac&iacute;a muchos a&ntilde;os. En Colorado, un tradicional estado republicano, Obama instal&oacute; 59 oficinas de campa&ntilde;a contra las 13 de McCain. </p>
<p>&iquest;Por qu&eacute; opt&oacute; por ese juego tan caro? Por la proliferaci&oacute;n y popularidad de los medios sociales, &eacute;sa fue la primera vez que realmente ten&iacute;a sentido hacer campa&ntilde;a en los 50 estados. Antes, cada partido concentraba sus esfuerzos en sus respectivos estados, dem&oacute;cratas o republicanos y utilizaba los fondos para pelear por un pu&ntilde;ado de estados decisivos. </p>
<p>Esta vez, todos los estados contaban. Dado el poder de los medios sociales, toda persona interesada tiene la posibilidad de influir y movilizar a su red de amigos. Un punto azul en un mar rojo pod&iacute;a ahora tener impacto suficiente para influir tanto en el voto como en el aporte financiero a una campa&ntilde;a presidencial. Obama lo vio y McCain no. </p>
<p>En una medida igualmente arriesgada, que result&oacute; muy efectiva, la campa&ntilde;a de Obama se lanz&oacute; a los aires durante los meses del verano. En Virginia, por ejemplo, un estado tradicionalmente rojo desde la campa&ntilde;a del 64 que ungi&oacute; a Lyndon Johnson, Obama super&oacute; 10 a 1 en el gasto a McCain. Esa estrategia le fue &uacute;til para moldear opiniones desde temprano hacia Obama y le aport&oacute; d&oacute;lares y voluntarios a su campa&ntilde;a al tiempo que oblig&oacute; a McCain a gastar recursos preciosos en un estado donde &eacute;l esperaba no tener problemas. </p>
<p>Lo m&aacute;s importante, Obama advirti&oacute; que hab&iacute;a cambiado fundamentalmente el &ldquo;tiempo&rdquo; definido como calendario electoral. Durante a&ntilde;os, los modelos de campa&ntilde;a se constru&iacute;an sobre la premisa que uno juntaba todo el dinero y pon&iacute;a toda la estructura &ndash; inclusive publicidad en TV y correo directo &ndash; para atacar de lleno y lograr votos en las &uacute;ltimas 72 horas de la campa&ntilde;a. </p>
<p>Como entendemos los marketineros, mucho ha pasado en los &uacute;ltimos a&ntilde;os en la forma en que los consumidores, y mucho m&aacute;s los votantes, re&uacute;nen y procesan la informaci&oacute;n y luego toman decisiones. Los votantes tienen m&aacute;s acceso que nunca a informaci&oacute;n, a m&aacute;s puntos de contacto e influencias. Hoy toman sus decisiones mucho antes que otros a&ntilde;os. El compromiso y el inter&eacute;s en la campa&ntilde;a 2008 nunca cedieron ni dej&oacute; de crecer. Los indecisos dejaron de serlo mucho m&aacute;s temprano que antes. Los votantes decidieron su voto con mucha m&aacute;s anticipaci&oacute;n que en el pasado. </p>
<p>Virginia permiti&oacute; que se votara con seis semanas de anticipaci&oacute;n. Para el d&iacute;a de la elecci&oacute;n&mdash;4 de noviembre — de 35% a 40% de todo el electorado de Estados Unidos ya hab&iacute;a votado. Como consumidores y votantes ahora tienen el control, en muchos lugares ya no hay m&aacute;s &ldquo;d&iacute;a de elecciones&rdquo;. Lo que hay ahora es &ldquo;mes de elecciones&rdquo;. Obama orient&oacute; su estrategia de campa&ntilde;a alrededor de esos grandes cambios y luego cosech&oacute; las recompensas. El golpe de gracia lleg&oacute; cuando el colapso econ&oacute;mico global estall&oacute; y detuvo el reloj de los medios, haciendo pr&aacute;cticamente imposible que un cuento diferente pudiera ganar la atenci&oacute;n del p&uacute;blico, y as&iacute; congelando a McCain en el tiempo. </p>
<p>Esto no equivale a decir que Obama y todos sus asesores son genios y que McCain y toda su campa&ntilde;a son incompetentes. No es as&iacute;. Por momentos, McCain us&oacute; t&aacute;cticas brillantes y desestabiliz&oacute; a su rival a finales del verano y durante los d&iacute;as de la convenci&oacute;n republicana. En un sentido estrat&eacute;gico, sin embargo, el campo de McCain fue superado desde varios &aacute;ngulos. Su campa&ntilde;a fue montada sobre un modelo pasado de moda y fue mucho m&aacute;s peque&ntilde;a que el hombre que pretendi&oacute; representar. </p>
<p>La tan mentada campa&ntilde;a de las 72 horas ha muerto. Ya no hay d&iacute;a de elecciones. Los votantes, como los consumidores, tienen el control.</p>
<p><strong>Pete Snyder</strong> es fundador y CEO de New Media Strategies. Tambi&eacute;n fue encuestador y consultor del partido republicano. </p>

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