¿Por qué Barack Obama no menta la Tennessee Valley Authority?

Curiosamente, su reivindicación de Franklin D.Roosevelt no suele incluir este megaproyecto revolucionario ni a su eminencia gris, John Maynard Keynes. Algunos lo atribuyen a la influencia del ortodoxo Paul Volcker, otros a cautela.

6 enero, 2009

En mayo de 1933, a cuatro meses de asumir la presidencia de Estados Unidos, Roosevelt firm&oacute; la ley que creaba la Tennessee Valley Authority (TVA), en castellano agencia para el valle del Tennessee. Era de una de las iniciativas m&aacute;s ambiciosas para sacar al pa&iacute;s de la depresi&oacute;n contempor&aacute;nea, fruto del crac de 1929/32. <br />
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<p> Se trataba de construir diques, represas, lagos artificiales y centrales hidroel&eacute;ctricas sobre unos 106.000 km2. El proyecto abarcaba la modernizaci&oacute;n agr&iacute;cola del estado hom&oacute;nimo, Alabama, Virginia, Virginia oeste, Georgia, Kentucky, Misisisipi y Carolina norte. Se opt&oacute; por una estructura ejecutiva simple: un presidente y un consejo de tres personas, quiz&aacute;s hoy antecedente de los dos supervisores que designar&aacute; Obama para su plan.</p>
<p> Por encima de todo, era la respuesta keynesiana al desempleo masivo y las quiebras en el sector privado. En tiempo relativamente breve, la TVA levant&oacute; veintis&eacute;is diques, una red de canales artificiales y la mayor fuente nacional de electricidad. La regulaci&oacute;n de aguas promovi&oacute; una agricultura eficiente, forest&oacute; en forma masiva y control&oacute; las inundaciones en toda la regi&oacute;n.</p>
<p> Dejando de lado cat&aacute;strofes naturales en a&ntilde;os anteriores, el nuevo sistema h&iacute;drico ahorr&oacute; al erario federal alrededor de US$ 1.000 millones a precios de ese momento. Salvo el fascismo italiano y Holanda, s&oacute;lo la TVA pod&iacute;a rivalizar con los colosales emprendimientos del estalinismo sovi&eacute;tico, pero sin las masivas hambrunas de los a&ntilde;os 30, producidas por una p&eacute;sima reforma agraria a cargo de bur&oacute;cratas.</p>
<p> El sesgo m&aacute;s bien conservador de Obama contrasta con las innovaciones de FDR-Keynes, salvo que el mensaje econ&oacute;mico previsto para el jueves modifique el cuadro (en materia impositiva, parece intentarlo). En aquellos a&ntilde;os, el Nuevo Trato les parec&iacute;a socialismo a sus rabiosos opositores republicanos. As&iacute; lo demostr&oacute; la batalla parlamentaria y jur&iacute;dica contra la paralela agencia para la recuperaci&oacute;n nacional (NRA en ingl&eacute;s), que lleg&oacute; a ser tachada de sovietizante. Para colmo, Benito Mussolini hizo traducir una obra de Henry Wallace, vice de Roosevelt.</p>
<p> Ahora bien, es obvio que ciertas caracter&iacute;sticas de FDR (arist&oacute;crata blanco sobrino de otro presidente, Theodore) lo ayudaron a imponerse. Igual le sucedi&oacute; a John F.Kennedy en los a&ntilde;os sesenta. Pero Obama no es blanco y muchos republicanos ya han calificado de &rdquo;socialdem&oacute;crata&rdquo; a George W.Bush por el megarrescate de US$ 700.000 millones, orientado a banqueros, ni siquiera a la econom&iacute;a real. Adem&aacute;s, el legado de Keynes fue cuidadosamente desmontado por Milton Friedman, la escuela de Chicago y la &ldquo;revoluci&oacute;n conservadora&rdquo; de Ronald Reagan. </p>

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