Nortel cambia de conducción para ver si mejora ventas
Michael Zafirovsky será nuevo presidente ejecutivo de la canadiense Nortel Networks. La firma cree que el ex directivo de Motorola reactivará un crecimiento por demás lento. De paso, eso blanquea un nuevo estilo en management.
“Desde ahora, las empresas que reemplacen elencos superiores no tendrán escrúpulos en admitir que cambiar de managment es una estrategia como cualquier otra. En síntesis –señala ‘Barron’s’ en la web- se acabaron las vacas sagradas”.
Sin duda, la proveedora de equipos para telecomunicaciones necesitaba aires renovados. Por ende, Zafirovsky (51 años) sustituye a William Owens (65). En verdad, éste ya ha cumplido con su misión: sanear las finanzas, tras el largo escándalo contable vivido en 2003/4.
Fiel al viejo estilo gerencial, el CEO saliente y sus voceros dentro o fuera de Canadá insistieron hasta último momento en que su gestión sería “de largo plazo”. Pero, entretanto, Nortel buscaba un sucesor apto para otro tipo de tarea: recobrar ventas y participación de mercado. Exactamente lo que Zafirovsky consiguió para Motorola.
Accionistas e inversores –no son la misma cosa- esperan, ahora, que el flamante directivo aporte ideas frescas y, además, un equipo de management a la altura de las circunstancias. El asunto es espinoso porque, si la empresa viene perdiendo ventas, es por la implacable (para muchos expertos, tan peligrosa como innecesaria) competencia en ese sector de la industria.
“Desde ahora, las empresas que reemplacen elencos superiores no tendrán escrúpulos en admitir que cambiar de managment es una estrategia como cualquier otra. En síntesis –señala ‘Barron’s’ en la web- se acabaron las vacas sagradas”.
Sin duda, la proveedora de equipos para telecomunicaciones necesitaba aires renovados. Por ende, Zafirovsky (51 años) sustituye a William Owens (65). En verdad, éste ya ha cumplido con su misión: sanear las finanzas, tras el largo escándalo contable vivido en 2003/4.
Fiel al viejo estilo gerencial, el CEO saliente y sus voceros dentro o fuera de Canadá insistieron hasta último momento en que su gestión sería “de largo plazo”. Pero, entretanto, Nortel buscaba un sucesor apto para otro tipo de tarea: recobrar ventas y participación de mercado. Exactamente lo que Zafirovsky consiguió para Motorola.
Accionistas e inversores –no son la misma cosa- esperan, ahora, que el flamante directivo aporte ideas frescas y, además, un equipo de management a la altura de las circunstancias. El asunto es espinoso porque, si la empresa viene perdiendo ventas, es por la implacable (para muchos expertos, tan peligrosa como innecesaria) competencia en ese sector de la industria.
