Newsletters por email: mejores prácticas

Con respecto a la cuestión de qué es mejor, si un mail HTML o uno
enviado en sólo texto, el HTML tiene grandes ventajas que no se pueden
reproducir en mensajes de sólo texto.

En primer lugar, con HTML, usted puede usar colores, gráfica y logos para
crear una fuerte identidad de marca. Sus emails son instantáneamente reconocibles
para cualquiera. Ese mensaje que usted crea, con apariencia fantástica,
es casi como una mini versión de su sitio en la web, sólo que puede
ser enviado “a domicilio”.

Segundo, lo puede llenar acciones. Un buen diseño le permite incluir banners,
vínculos, botones y formas por todas partes. Usted puede poner muchos en
un mensaje preparado en HTML sin que se vea sobrecargado.
Ahora bien. Hay veces en que un mensaje sólo texto puede tener grandes
ventajas. Cada vez son más las personas que leen sus emails en pantallas
diminutas. Para ese publico, los mensajes de texto son ideales. Un hermoso diseño
en HTML puede resultar ilegible en un teléfono celular, por ejemplo.

Además, ciertos públicos están acostumbrados a leer texto
y reaccionan mejor a los ofrecimientos presentados de esa forma. Por lo general,
abogados y ejecutivos con poco tiempo prefieren una rápida página
escrita a una elegante pantalla llena de colores, banners y anuncios titilantes.

Lo más importante – aconseja Sernowitz – es que el email en texto funciona
siempre. Nunca hay que preocuparse por cuadros que salen mal o por la posible
incompatibilidad de navegador o por vínculos que no funcionan. Cuando uno
manda texto limpio, los destinatarios reciben texto limpio.

¿Quién debe escribir el texto?

Ni gente de marketing ni de relaciones públicas, porque no queremos
que nuestra newsletter electrónica parezca una promoción o una
gacetilla de prensa. Nada como eso para que la gente lleve el dedo al botón
de “borrar”.

Tampoco hay que darle el texto a los diseñadores gráficos, o de
Web. Es cierto que todo el mundo abre un mail cuando el diseño es atractivo,
pero también lo es que se van si el contenido es pobre. Porque el contenido,
señoras y señores, es el rey. La gente tiene sus buzones demasiado
llenos. Nadie va a leer una newsletter aburrida o llena de “autobombo”.
Hay que contratar una persona que escriba bien, que sea capaz de producir contenido
de calidad e interesante. Una persona que comprenda al público destinatario
y que se comprometa a realizar un trabajo de gran calidad.

Nada es más importante en el marketing por email que la calidad del contenido.
Si la gente se interesa por el contenido, luego se interesará por los
avisos y también comprará sus productos. Hay que motivar la lectura.

Con respecto a la cuestión de qué es mejor, si un mail HTML o uno
enviado en sólo texto, el HTML tiene grandes ventajas que no se pueden
reproducir en mensajes de sólo texto.

En primer lugar, con HTML, usted puede usar colores, gráfica y logos para
crear una fuerte identidad de marca. Sus emails son instantáneamente reconocibles
para cualquiera. Ese mensaje que usted crea, con apariencia fantástica,
es casi como una mini versión de su sitio en la web, sólo que puede
ser enviado “a domicilio”.

Segundo, lo puede llenar acciones. Un buen diseño le permite incluir banners,
vínculos, botones y formas por todas partes. Usted puede poner muchos en
un mensaje preparado en HTML sin que se vea sobrecargado.
Ahora bien. Hay veces en que un mensaje sólo texto puede tener grandes
ventajas. Cada vez son más las personas que leen sus emails en pantallas
diminutas. Para ese publico, los mensajes de texto son ideales. Un hermoso diseño
en HTML puede resultar ilegible en un teléfono celular, por ejemplo.

Además, ciertos públicos están acostumbrados a leer texto
y reaccionan mejor a los ofrecimientos presentados de esa forma. Por lo general,
abogados y ejecutivos con poco tiempo prefieren una rápida página
escrita a una elegante pantalla llena de colores, banners y anuncios titilantes.

Lo más importante – aconseja Sernowitz – es que el email en texto funciona
siempre. Nunca hay que preocuparse por cuadros que salen mal o por la posible
incompatibilidad de navegador o por vínculos que no funcionan. Cuando uno
manda texto limpio, los destinatarios reciben texto limpio.

¿Quién debe escribir el texto?

Ni gente de marketing ni de relaciones públicas, porque no queremos
que nuestra newsletter electrónica parezca una promoción o una
gacetilla de prensa. Nada como eso para que la gente lleve el dedo al botón
de “borrar”.

Tampoco hay que darle el texto a los diseñadores gráficos, o de
Web. Es cierto que todo el mundo abre un mail cuando el diseño es atractivo,
pero también lo es que se van si el contenido es pobre. Porque el contenido,
señoras y señores, es el rey. La gente tiene sus buzones demasiado
llenos. Nadie va a leer una newsletter aburrida o llena de “autobombo”.
Hay que contratar una persona que escriba bien, que sea capaz de producir contenido
de calidad e interesante. Una persona que comprenda al público destinatario
y que se comprometa a realizar un trabajo de gran calidad.

Nada es más importante en el marketing por email que la calidad del contenido.
Si la gente se interesa por el contenido, luego se interesará por los
avisos y también comprará sus productos. Hay que motivar la lectura.