Lunesta: prometedora píldora para dormir

Sale al mercado en un momento de demanda en aumento. Mereció, además, una notable distinción de la Food and Drug Administration: no se la obliga a advertir -- como las demás de su género – que el consumo de no tomarse durante más de 10 días.

20 abril, 2005

La semana pasada le salió un competidor serio a Ambien, actual líder
en el mercado de los somníferos. Se trata de Lunesta, de Sepracor, que
en su primera semana registró un total de 20.805 de ventas por receta en
Estados Unidos. El comienzo es más rápido y poderoso que el de Nexium
(agotamiento) y Cialis (disfunción eréctil). Lunesta sale con una
campaña publicitaria de US$ 60 millones. Los avisos, que comenzaron a salir
la semana pasada, muestran una mariposa verde en una alegoría del acto
de dormir.

Un componente fundamental de la campaña va a ser la posibilidad de tomar
el medicamento en forma continuada por no presentar, según ha certificado
la FDA, efectos secundarios. Otra razón para el entusiasmo es la promesa
de garantizar dueño ininterrumpido (mejor que Ambien en esto).

El negocio de los somníferos está creciendo otra vez. A principios
de los años ´90 comenzó una controversia en el sector farmacéutico
sobre las drogas que combaten el insomnio cuando surgieron problemas con Halcion,
una droga muy publicitada. Pero en años recientes el mercado volvió
a crecer y Ambien se convirtió en líder.

Las pastillas para dormir tienen una historia variada que ha hecho que los
médicos sean muy cautelosos al rescribirlas. Hasta principios de los
´90, las más comunes eran las benzodiazepines, una clase que incluye
el Valium, que perdió el favor de los médicos por el abuso y los
efectos secundarios. El Halcion (benzodiazepine) fue prohibido en Gran Bretaña
y restringido en muchos otros países al conectárselo con problemas
de pérdida de memoria y conductas violentas. Todavía se vende
en Estados Unidos, casi siempre en forma genérica, pero la FDA exige
a los fabricantes que pongan detalladas advertencias en las etiquetas.

Ambien y Lunesta actúan sobre los mismos neurotransmisores en el cerebro
que las pastillas anteriores, mejorando la circulación entre neuronas
de un tipo de aminoácido que reduce la ansiedad y mejora el sueño.
Pero hay tres grupos de estos transmisores, y las nuevas drogas son más
selectivas en apuntar a los subgrupos que, se cree, influyen sobre el sueño.

Ambien, de Sanofi-Aventis, salió en 1993 y domina el mercado con ventas
anuales en Estados Unidos que orillan US$ 1.880 millones, según IMS Health.
Nunca se dijo que provocara adicción y tiene menos efectos secundarios
que las benzodiazepinas, según los médicos.

Pero Lunesta es la primera píldora para el sueño que llega al
mercado sin una palabra que restrinja su uso a corto plazo. Según las
pruebas clínicas, también ayuda a dormir durante más tiempo.
Los especialistas calculan que generará ventas de US$ 500 a más
de US$ 1.000 millones para Sapracor.

La semana pasada le salió un competidor serio a Ambien, actual líder
en el mercado de los somníferos. Se trata de Lunesta, de Sepracor, que
en su primera semana registró un total de 20.805 de ventas por receta en
Estados Unidos. El comienzo es más rápido y poderoso que el de Nexium
(agotamiento) y Cialis (disfunción eréctil). Lunesta sale con una
campaña publicitaria de US$ 60 millones. Los avisos, que comenzaron a salir
la semana pasada, muestran una mariposa verde en una alegoría del acto
de dormir.

Un componente fundamental de la campaña va a ser la posibilidad de tomar
el medicamento en forma continuada por no presentar, según ha certificado
la FDA, efectos secundarios. Otra razón para el entusiasmo es la promesa
de garantizar dueño ininterrumpido (mejor que Ambien en esto).

El negocio de los somníferos está creciendo otra vez. A principios
de los años ´90 comenzó una controversia en el sector farmacéutico
sobre las drogas que combaten el insomnio cuando surgieron problemas con Halcion,
una droga muy publicitada. Pero en años recientes el mercado volvió
a crecer y Ambien se convirtió en líder.

Las pastillas para dormir tienen una historia variada que ha hecho que los
médicos sean muy cautelosos al rescribirlas. Hasta principios de los
´90, las más comunes eran las benzodiazepines, una clase que incluye
el Valium, que perdió el favor de los médicos por el abuso y los
efectos secundarios. El Halcion (benzodiazepine) fue prohibido en Gran Bretaña
y restringido en muchos otros países al conectárselo con problemas
de pérdida de memoria y conductas violentas. Todavía se vende
en Estados Unidos, casi siempre en forma genérica, pero la FDA exige
a los fabricantes que pongan detalladas advertencias en las etiquetas.

Ambien y Lunesta actúan sobre los mismos neurotransmisores en el cerebro
que las pastillas anteriores, mejorando la circulación entre neuronas
de un tipo de aminoácido que reduce la ansiedad y mejora el sueño.
Pero hay tres grupos de estos transmisores, y las nuevas drogas son más
selectivas en apuntar a los subgrupos que, se cree, influyen sobre el sueño.

Ambien, de Sanofi-Aventis, salió en 1993 y domina el mercado con ventas
anuales en Estados Unidos que orillan US$ 1.880 millones, según IMS Health.
Nunca se dijo que provocara adicción y tiene menos efectos secundarios
que las benzodiazepinas, según los médicos.

Pero Lunesta es la primera píldora para el sueño que llega al
mercado sin una palabra que restrinja su uso a corto plazo. Según las
pruebas clínicas, también ayuda a dormir durante más tiempo.
Los especialistas calculan que generará ventas de US$ 500 a más
de US$ 1.000 millones para Sapracor.

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