Grandes empresas de alimentos próximas a publicar lineamientos de publicidad para niños

Finalmente parece que los grandes productores de alimentos para niños están a punto de anunciar cambios. Se posterga por eso -- para evitar la desactualización -- la publicaciones de conclusiones de un estudio sobre obesidad infantil.

6 julio, 2007

La repetida postergación de la fecha para dar a conocer un enorme estudio sobre obesidad infantil es interpretada como una señal de que los principales marketineros de alimentos y bebidas proyectan revelar grandes concesiones en la forma en que comercializan sus productos en la televisión.

El informe es resultado de una amplísima investigación realizada conjuntamente por una fuerza de tareas especializada en obesidad infantil y la Federal Communications Commission. Sus representantes anunciaron que será presentado en septiembre en lugar de la semana próxima. La razón, quedará desactualizado una vez que se hagan públicas (el 18 de julio) las iniciativas que los productores de alimentos van a presentar ante la Comisión Federal de Comercio/Departamento de Salud.

Gary Knell, presidente y CEO del Taller Sésamo, coordinador voluntario de la fuerza de tareas, dijo que le llegaron indicaciones de que se avecinan grandes cambios provenientes de los marketineros y se impone una espera para analizarlos.

Todavía no se sabe, sin embargo, cómo afectarán esos cambios las compras publicitarias. Los marketineros podrían alterar el perfil nutricional de sus productos o reorientar la publicidad infantil hacia marcas más saludables, algo que causaría una alteración mínima en la compra de medios. Pero también podrían concentrarse más en sus avisos para los padres, lo cual transferiría el gasto hacia los medios orientados a adultos. Las acciones de los anunciantes podrían también aumentar la presión sobre las cadenas de televisión y de cable para que tomen sus propias medidas contra la obesidad infantil.

La fuerza de tareas fue una respuesta a las presiones de los legisladores y varios estudios que cuestionaban si el marketing de alimentos y comidas rápidas – especialmente por televisión – contribuía a aumentar la obesidad infantil y si los marketineros y empresas de medios estaban haciendo lo suficiente para contener la epidemia.

La presión instó a 11 de los más grandes marketineros de alimentos de Estados Unidos a ponerse de acuerdo por primera vez (a finales del año pasado) a comenzar a tomar en cuenta aspectos nutricionales cuando orientan comidas hacia los niños.

La repetida postergación de la fecha para dar a conocer un enorme estudio sobre obesidad infantil es interpretada como una señal de que los principales marketineros de alimentos y bebidas proyectan revelar grandes concesiones en la forma en que comercializan sus productos en la televisión.

El informe es resultado de una amplísima investigación realizada conjuntamente por una fuerza de tareas especializada en obesidad infantil y la Federal Communications Commission. Sus representantes anunciaron que será presentado en septiembre en lugar de la semana próxima. La razón, quedará desactualizado una vez que se hagan públicas (el 18 de julio) las iniciativas que los productores de alimentos van a presentar ante la Comisión Federal de Comercio/Departamento de Salud.

Gary Knell, presidente y CEO del Taller Sésamo, coordinador voluntario de la fuerza de tareas, dijo que le llegaron indicaciones de que se avecinan grandes cambios provenientes de los marketineros y se impone una espera para analizarlos.

Todavía no se sabe, sin embargo, cómo afectarán esos cambios las compras publicitarias. Los marketineros podrían alterar el perfil nutricional de sus productos o reorientar la publicidad infantil hacia marcas más saludables, algo que causaría una alteración mínima en la compra de medios. Pero también podrían concentrarse más en sus avisos para los padres, lo cual transferiría el gasto hacia los medios orientados a adultos. Las acciones de los anunciantes podrían también aumentar la presión sobre las cadenas de televisión y de cable para que tomen sus propias medidas contra la obesidad infantil.

La fuerza de tareas fue una respuesta a las presiones de los legisladores y varios estudios que cuestionaban si el marketing de alimentos y comidas rápidas – especialmente por televisión – contribuía a aumentar la obesidad infantil y si los marketineros y empresas de medios estaban haciendo lo suficiente para contener la epidemia.

La presión instó a 11 de los más grandes marketineros de alimentos de Estados Unidos a ponerse de acuerdo por primera vez (a finales del año pasado) a comenzar a tomar en cuenta aspectos nutricionales cuando orientan comidas hacia los niños.

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