Gestionar con éxito desde las carencias
Por León E. Shocrón Benmuyal

El presente y el futuro plantean una realidad donde las organizaciones sufren carencia de recursos desde lo interno, e incertidumbre en lo externo. Necesitamos, entonces, una Gestión Estratégica que aproveche recursos y supere carencias.

3 diciembre, 2003

Cualquier persona que ha encarado la tarea de gerenciar o dirigir ha enfrentado
la realidad de los recursos escasos. No importa si se tiene poco o mucho, nunca
será suficiente para lo que uno estima que puede necesitar para encarar
esa “idea brillante” que seguro desarrollaría si los tuviera.

Por otra parte reclamamos del entorno que nos presente un marco claro para desarrollarnos
ya que de lo contrario la incertidumbre puede dejarnos inmóviles, bien
sea presas del pánico o en espera de “tiempos mejores”. Solicitarle
a los gobiernos reglas claras está bien, ya que su función es facilitar
los marcos de trabajo, no complicarlos; pero pretender que lo no regulado sea
estable es, por lo menos, ilusorio.

Carencia de recursos

Es fácil para cualquiera identificar la carencia de recursos, es sencillo
saber “lo que nos falta”, bien sea fondos suficientes para hacer las
inversiones necesarias, personal capacitado con el cual poder brindar los servicios
o fabricar adecuadamente los productos, una marca reconocida que facilite la comercialización,
sistemas de información que nos brinden garantías, o cualquier otro
elemento. Todos tenemos en claro “lo que nos falta” (o creemos tenerlo).

Lo difícil es partir de la base de lo que tenemos, asumiendo las carencias
y poniéndolas a nuestro favor. Apple, inventor de la computadora personal,
se inició en un garage con una enorme carencia de recursos; Las Leonas,
el seleccionado argentino de hockey femenino, no cuenta con los recursos de muchos
de sus rivales, y David era un chico flaco que enfrentaba al gigante Goliat con
una honda.

Son pocos los que se hacen famosos por contar con todos los recursos; la fama
llega por lograr los éxitos desde las carencias. Apple no tenía
recursos, pero su proceso revolucionó el mundo de finales del siglo XX
y el siglo XXI sería otro si no hubiera existido. Las Leonas se costeaban
personalmente los pasajes, pero su habilidad recorre el mundo. Por cierto David
no tenía espada ni armadura, pero fue el vencedor.

El factor clave pasa por saber detectar “qué tenemos y qué
nos falta”, partiendo de lo primero para generar los espacios y paulatinamente
ir construyendo los espacios posteriores. El apalancamiento pasa por detectar
la estructura de recursos, nos parezcan pocos o muchos, siempre tendremos algo
que nos permita utilizar como “palanca” para generar los resultados.

Escenarios múltiples

Definir qué sucederá en el país, la región o el mundo
el próximo año es imposible. Pretender eliminar la incertidumbre
es un sueño, pero esto no implica no hacer nada, ni mucho menos dejar todo
librado al azar o a la pericia del gerente.

El avión vuela en diferentes condiciones. Los pilotos no se preparan ellos
mismos y preparan a su nave para un sólo escenario, si el clima empeora
no pueden argumentar que se prepararon para buen clima y que por falta de buen
tiempo se estrellan a la menor contrariedad, como tampoco dejan de volar para
siempre por la obvia cuota de incertidumbre.

El piloto de un avión sabe que puede tener diferentes condiciones, por
más preciso que sea el informe del tiempo y por más adecuado que
sea el control de los mecánicos de la nave. Analiza todas las posibilidades
y se prepara para todas ellas.

Trabajar con escenarios múltiples implica abandonar la creencia que las
estrategias se fundan en el escenario más probable o el escenario preferido.
Todo escenario posible debe ser considerado. Lo que debe ser concreto es la organización,
no su contexto.

Históricamente se pedía que un “gurú” definiera
el escenario para pensar múltiples estrategias en él, lo cual en
si mismo es un doble error ya que no sólo no es posible definir un escenario
único sino que montar varios caminos simultáneos cuando sólo
se puede transitar uno es una gran dilapidación de tiempo gerencial.

Actualmente se pueden utilizar las herramientas para definir todos los escenarios
posibles, aislar las circunstancias que son comunes y plantear la estrategia a
seguir con sus planes de contingencia (que no es lo mismo que varias estrategias).
La diferencia es contar con un camino a seguir y la posibilidad de cambiarlo,
no por nuestros caprichos, sino por los cambios del entorno.

Al empresario o ejecutivo no le corresponde “adivinar” la economía,
ello es, en todo caso, trabajo de economistas. Los que dirigimos organizaciones
debemos hacer Análisis Económico de Negocios, lo que implica
analizar todas las opciones y garantizar la supervivencia de nuestras empresas
en ellas, cualquiera sea finalmente.

Palanca de crecimiento

Una vez que identificamos en qué contextos posibles viviremos, volvemos
a mirar introspectivamente nuestros recursos, con todo y carencias. Pensemos en
David.
David no tenía la fuerza de Goliat, era pequeño. David no tenía
la espada de Goliat, ni siquiera podía sostener tal peso si la hubiese
tenido. David se quitó la armadura, era muy pesada.
David eligió la hondera, que lo mantenía a distancia de Goliat evitando
su fuerza y su espada. David se quitó la armadura para ser más ágil.
David tomó las piedras luego de haber partido, ya que identificó
en el terreno que las encontraría más adelante. David lanzó
la piedra cuando Goliat, distraído, se burlaba.
David no ganó sólo por habilidad, también eligió las
herramientas adecuadas y el contexto preciso. La selección de las herramientas,
su desarrollo adecuado y su aplicación apropiada son el otro factor clave.

También es sumamente importante identificar que podemos tener recursos
muy valiosos pero totalmente inapropiados en determinados contextos. La fuerza
militar de los Estados Unidos tiene la mejor fuerza naval del mundo, han llenado
miles de películas con ella, y sin embargo no fue utilizada para un papel
primordial en la Guerra de Afganistán. Afganistán no tiene salida
al mar.

Tan importante como identificar cuáles recursos apalancar es identificar
cuales no. Por más “enamorado” que esté de un recurso
que se ha cuidado y desarrollado por años, si no va a generar un beneficio
apalancado, lo mejor es pasarlo a un rol secundario o dejarlo en casa.

Abriendo camino al éxito

Los exitosos identifican sus puntos fuertes, los llevan al máximo y los
hacen estremecer. También conocen que el contexto es igual para todos y
que cada uno hace la diferencia.
Apple creó un nuevo paradigma, Las Leonas gozan del respeto mundial y David
no sólo venció a Goliat, años después llegó
a ser probablemente el rey más famoso y prestigioso. A ninguno le resultó
fácil, pero todos gestionaron el éxito desde sus propias carencias.

El piloto de avión no vuela “a ciegas”, utiliza la mejor tecnología
para acompañar su habilidad y llevarnos a destino, sanos y en tiempo. David
no fue desnudo, eligió las mejores armas conforme a su físico y
contexto. Las Leonas entrenan denodadamente, con entrenadores que pulen su pericia.
Cuando Apple se distrajo, Microsoft generó Windows. Las herramientas adecuadas
son tanto o más que las ideas, la habilidad y los recursos.
En este mundo actual estamos ante una ladera pulida de una pirámide, donde
todo lo que no sube no se queda en su lugar sino que por naturaleza baja. Llevado
al plano empresario, todo lo que no crece, decrece, todo lo que no genera valor,
lo destruye.

El contexto, sea regional o global, nos indica que enfrentaremos alta incertidumbre
y notorias carencias por bastante tiempo. En cualquier organización será
necesario empezar a “mirar al revés”, es decir partir de “lo
que se tiene”, sistematizar las distintas alternativas del contexto, identificar
los aspectos claves en cada punto, plantear los logros, encontrar la brecha y
acotarla por etapas.
Los próximos años serán “ricos” en incertidumbre
y carencias. Los exitosos las apalancan a su favor todos los días.
_______
León E. Shocrón Benmuyal
Director de SB&A, Consultoría de Gestión
email: Central @ SB-A.com

Cualquier persona que ha encarado la tarea de gerenciar o dirigir ha enfrentado
la realidad de los recursos escasos. No importa si se tiene poco o mucho, nunca
será suficiente para lo que uno estima que puede necesitar para encarar
esa “idea brillante” que seguro desarrollaría si los tuviera.

Por otra parte reclamamos del entorno que nos presente un marco claro para desarrollarnos
ya que de lo contrario la incertidumbre puede dejarnos inmóviles, bien
sea presas del pánico o en espera de “tiempos mejores”. Solicitarle
a los gobiernos reglas claras está bien, ya que su función es facilitar
los marcos de trabajo, no complicarlos; pero pretender que lo no regulado sea
estable es, por lo menos, ilusorio.

Carencia de recursos

Es fácil para cualquiera identificar la carencia de recursos, es sencillo
saber “lo que nos falta”, bien sea fondos suficientes para hacer las
inversiones necesarias, personal capacitado con el cual poder brindar los servicios
o fabricar adecuadamente los productos, una marca reconocida que facilite la comercialización,
sistemas de información que nos brinden garantías, o cualquier otro
elemento. Todos tenemos en claro “lo que nos falta” (o creemos tenerlo).

Lo difícil es partir de la base de lo que tenemos, asumiendo las carencias
y poniéndolas a nuestro favor. Apple, inventor de la computadora personal,
se inició en un garage con una enorme carencia de recursos; Las Leonas,
el seleccionado argentino de hockey femenino, no cuenta con los recursos de muchos
de sus rivales, y David era un chico flaco que enfrentaba al gigante Goliat con
una honda.

Son pocos los que se hacen famosos por contar con todos los recursos; la fama
llega por lograr los éxitos desde las carencias. Apple no tenía
recursos, pero su proceso revolucionó el mundo de finales del siglo XX
y el siglo XXI sería otro si no hubiera existido. Las Leonas se costeaban
personalmente los pasajes, pero su habilidad recorre el mundo. Por cierto David
no tenía espada ni armadura, pero fue el vencedor.

El factor clave pasa por saber detectar “qué tenemos y qué
nos falta”, partiendo de lo primero para generar los espacios y paulatinamente
ir construyendo los espacios posteriores. El apalancamiento pasa por detectar
la estructura de recursos, nos parezcan pocos o muchos, siempre tendremos algo
que nos permita utilizar como “palanca” para generar los resultados.

Escenarios múltiples

Definir qué sucederá en el país, la región o el mundo
el próximo año es imposible. Pretender eliminar la incertidumbre
es un sueño, pero esto no implica no hacer nada, ni mucho menos dejar todo
librado al azar o a la pericia del gerente.

El avión vuela en diferentes condiciones. Los pilotos no se preparan ellos
mismos y preparan a su nave para un sólo escenario, si el clima empeora
no pueden argumentar que se prepararon para buen clima y que por falta de buen
tiempo se estrellan a la menor contrariedad, como tampoco dejan de volar para
siempre por la obvia cuota de incertidumbre.

El piloto de un avión sabe que puede tener diferentes condiciones, por
más preciso que sea el informe del tiempo y por más adecuado que
sea el control de los mecánicos de la nave. Analiza todas las posibilidades
y se prepara para todas ellas.

Trabajar con escenarios múltiples implica abandonar la creencia que las
estrategias se fundan en el escenario más probable o el escenario preferido.
Todo escenario posible debe ser considerado. Lo que debe ser concreto es la organización,
no su contexto.

Históricamente se pedía que un “gurú” definiera
el escenario para pensar múltiples estrategias en él, lo cual en
si mismo es un doble error ya que no sólo no es posible definir un escenario
único sino que montar varios caminos simultáneos cuando sólo
se puede transitar uno es una gran dilapidación de tiempo gerencial.

Actualmente se pueden utilizar las herramientas para definir todos los escenarios
posibles, aislar las circunstancias que son comunes y plantear la estrategia a
seguir con sus planes de contingencia (que no es lo mismo que varias estrategias).
La diferencia es contar con un camino a seguir y la posibilidad de cambiarlo,
no por nuestros caprichos, sino por los cambios del entorno.

Al empresario o ejecutivo no le corresponde “adivinar” la economía,
ello es, en todo caso, trabajo de economistas. Los que dirigimos organizaciones
debemos hacer Análisis Económico de Negocios, lo que implica
analizar todas las opciones y garantizar la supervivencia de nuestras empresas
en ellas, cualquiera sea finalmente.

Palanca de crecimiento

Una vez que identificamos en qué contextos posibles viviremos, volvemos
a mirar introspectivamente nuestros recursos, con todo y carencias. Pensemos en
David.
David no tenía la fuerza de Goliat, era pequeño. David no tenía
la espada de Goliat, ni siquiera podía sostener tal peso si la hubiese
tenido. David se quitó la armadura, era muy pesada.
David eligió la hondera, que lo mantenía a distancia de Goliat evitando
su fuerza y su espada. David se quitó la armadura para ser más ágil.
David tomó las piedras luego de haber partido, ya que identificó
en el terreno que las encontraría más adelante. David lanzó
la piedra cuando Goliat, distraído, se burlaba.
David no ganó sólo por habilidad, también eligió las
herramientas adecuadas y el contexto preciso. La selección de las herramientas,
su desarrollo adecuado y su aplicación apropiada son el otro factor clave.

También es sumamente importante identificar que podemos tener recursos
muy valiosos pero totalmente inapropiados en determinados contextos. La fuerza
militar de los Estados Unidos tiene la mejor fuerza naval del mundo, han llenado
miles de películas con ella, y sin embargo no fue utilizada para un papel
primordial en la Guerra de Afganistán. Afganistán no tiene salida
al mar.

Tan importante como identificar cuáles recursos apalancar es identificar
cuales no. Por más “enamorado” que esté de un recurso
que se ha cuidado y desarrollado por años, si no va a generar un beneficio
apalancado, lo mejor es pasarlo a un rol secundario o dejarlo en casa.

Abriendo camino al éxito

Los exitosos identifican sus puntos fuertes, los llevan al máximo y los
hacen estremecer. También conocen que el contexto es igual para todos y
que cada uno hace la diferencia.
Apple creó un nuevo paradigma, Las Leonas gozan del respeto mundial y David
no sólo venció a Goliat, años después llegó
a ser probablemente el rey más famoso y prestigioso. A ninguno le resultó
fácil, pero todos gestionaron el éxito desde sus propias carencias.

El piloto de avión no vuela “a ciegas”, utiliza la mejor tecnología
para acompañar su habilidad y llevarnos a destino, sanos y en tiempo. David
no fue desnudo, eligió las mejores armas conforme a su físico y
contexto. Las Leonas entrenan denodadamente, con entrenadores que pulen su pericia.
Cuando Apple se distrajo, Microsoft generó Windows. Las herramientas adecuadas
son tanto o más que las ideas, la habilidad y los recursos.
En este mundo actual estamos ante una ladera pulida de una pirámide, donde
todo lo que no sube no se queda en su lugar sino que por naturaleza baja. Llevado
al plano empresario, todo lo que no crece, decrece, todo lo que no genera valor,
lo destruye.

El contexto, sea regional o global, nos indica que enfrentaremos alta incertidumbre
y notorias carencias por bastante tiempo. En cualquier organización será
necesario empezar a “mirar al revés”, es decir partir de “lo
que se tiene”, sistematizar las distintas alternativas del contexto, identificar
los aspectos claves en cada punto, plantear los logros, encontrar la brecha y
acotarla por etapas.
Los próximos años serán “ricos” en incertidumbre
y carencias. Los exitosos las apalancan a su favor todos los días.
_______
León E. Shocrón Benmuyal
Director de SB&A, Consultoría de Gestión
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