El envoltorio no debe afectar el gusto
El éxito de un nuevo producto suele depender de su presentación. Por eso las empresas se entusiasman con formatos atractivos que reemplacen a sistemas tradicionales. Nuevo aspecto, nuevo cierre, ...lo que casi siempre requiere nuevos materiales.
Estos temas plantean un verdadero desafío a los desarrolladores de productos,
quienes deben asegurarse de que el nuevo envoltorio sea compatible con las condiciones
de procesamiento, que permita larga vida en las góndolas y que resulte
cómodo al consumidor.
Muchos de los materiales recién aparecidos están siendo usados
en combinaciones diferentes que a veces conducen hacia un peligro oculto para
la calidad del producto terminado: manchas.
Las manchas son resultado de la presencia de diminutos restos de contaminantes
químicos presentes en el producto en niveles extremadamente bajos —
en algunos casos menos de una parte en un billón – y que resultan muy
desagradables al gusto.
La industria debe tomar el problema con mucha seriedad, porque los paquetes
que manchan los productos pueden provocar gran variedad de consecuencias: reclamos
de clientes, devoluciones de productos , pérdida de participación
en mercado, reclamos de aseguradoras, juicios y hasta clausura de plantas.
Generalmente, el origen de las manchas está en el envoltorio, de diferentes
componentes de la tinta, del adhesivo y de los elementos que constituyen el
papel mismo.
Cualquier material nuevo puede traer consigo contaminantes que en determinado
momento migren al producto. Los riesgos que eso trae son tan grandes que ahora
es práctica normal someterlos a rigurosos exámenes antes de aprobarlos
para su utilización.
Algunos fabricantes de alimentos realizan ellos mismos estas pruebas, pero
ya hay muchos que esperan que los proveedores del packaging sean los responsables
de su seguridad, pero es demasiado pedir que los responsables de imprimir papel,
cartón cualquier otro tipo de material para envolver alimentos tenga
en su planta los instrumentos necesarios para medir niveles tan precisos de
componentes contaminantes.
Foodnews
Food RA Leatherhead
Estos temas plantean un verdadero desafío a los desarrolladores de productos,
quienes deben asegurarse de que el nuevo envoltorio sea compatible con las condiciones
de procesamiento, que permita larga vida en las góndolas y que resulte
cómodo al consumidor.
Muchos de los materiales recién aparecidos están siendo usados
en combinaciones diferentes que a veces conducen hacia un peligro oculto para
la calidad del producto terminado: manchas.
Las manchas son resultado de la presencia de diminutos restos de contaminantes
químicos presentes en el producto en niveles extremadamente bajos —
en algunos casos menos de una parte en un billón – y que resultan muy
desagradables al gusto.
La industria debe tomar el problema con mucha seriedad, porque los paquetes
que manchan los productos pueden provocar gran variedad de consecuencias: reclamos
de clientes, devoluciones de productos , pérdida de participación
en mercado, reclamos de aseguradoras, juicios y hasta clausura de plantas.
Generalmente, el origen de las manchas está en el envoltorio, de diferentes
componentes de la tinta, del adhesivo y de los elementos que constituyen el
papel mismo.
Cualquier material nuevo puede traer consigo contaminantes que en determinado
momento migren al producto. Los riesgos que eso trae son tan grandes que ahora
es práctica normal someterlos a rigurosos exámenes antes de aprobarlos
para su utilización.
Algunos fabricantes de alimentos realizan ellos mismos estas pruebas, pero
ya hay muchos que esperan que los proveedores del packaging sean los responsables
de su seguridad, pero es demasiado pedir que los responsables de imprimir papel,
cartón cualquier otro tipo de material para envolver alimentos tenga
en su planta los instrumentos necesarios para medir niveles tan precisos de
componentes contaminantes.
Foodnews
Food RA Leatherhead
