Crisis de management en Fiat

Entre versiones de que renunciaba la cúpula de Fiat SpA, desmentido y enojo de los bancos acreedores –salvo uno-, se gesta otra crisis en el máximo grupo italiano. Corre peligro el CEO Paolo Fresco, ahora enfrentado con Umberto Agnelli.

10 diciembre, 2002

Varios medios europeos daban por segura la dimisión de Paolo Fresco y su
segundo en Fiat SpA, Gabriele Galateri. Serían sustituidos manu militari
por Gianluigi Gabetti (vicepresidente de IFI, la financiera del grupo), un operador
de Umberto Agnelli. Al parecer, éste y Mediocanca -vía Enrico Bondi,
posible reemplazo de Galateri- se han puesto de acuerdo para patear el tablero.
Lo curioso es que, hace pocos meses, Fresco fuera nombrado al frente por influencia
de Umberto, mientras declinaba la influencia de Giovanni Agnelli.

Al parecer, estos movimientos fueron revelados a la prensa especializada por los
otros cinco máximos bancos acreedores de Fiat, irritados porque se los
dejaba de lado entre bambalinas. No obstante, anoche la empresa desmentía
todo. Por el contrario, medios controlados por Silvio Berlusconi afirman que los
cambios eran conocidos de antemano por el premier. De ahí sus recientes
alusiones a una “crisis de management” en Fiat.

A criterio de analistas suizos y británicos, el mayor peligro que corre
hoy el grupo no es un cambio de guardia, sino la hostilidad de casi todos los
acreedores directos, salvo Mediobanca. Los rumores tampoco cayeron bien en Detroit,
donde esta mañana General Motors se manifestaba sorprendida y afirmaba
no haber tenido noticias del problema. Lo malo es que GM es clave para el futuro
del holding: controla 20% de Fiat Auto, tiene una opción por el 80% restante
y, si no la ejerce, el plan de rescate financiero armado por los bancos perderá
sentido.

Varios medios europeos daban por segura la dimisión de Paolo Fresco y su
segundo en Fiat SpA, Gabriele Galateri. Serían sustituidos manu militari
por Gianluigi Gabetti (vicepresidente de IFI, la financiera del grupo), un operador
de Umberto Agnelli. Al parecer, éste y Mediocanca -vía Enrico Bondi,
posible reemplazo de Galateri- se han puesto de acuerdo para patear el tablero.
Lo curioso es que, hace pocos meses, Fresco fuera nombrado al frente por influencia
de Umberto, mientras declinaba la influencia de Giovanni Agnelli.

Al parecer, estos movimientos fueron revelados a la prensa especializada por los
otros cinco máximos bancos acreedores de Fiat, irritados porque se los
dejaba de lado entre bambalinas. No obstante, anoche la empresa desmentía
todo. Por el contrario, medios controlados por Silvio Berlusconi afirman que los
cambios eran conocidos de antemano por el premier. De ahí sus recientes
alusiones a una “crisis de management” en Fiat.

A criterio de analistas suizos y británicos, el mayor peligro que corre
hoy el grupo no es un cambio de guardia, sino la hostilidad de casi todos los
acreedores directos, salvo Mediobanca. Los rumores tampoco cayeron bien en Detroit,
donde esta mañana General Motors se manifestaba sorprendida y afirmaba
no haber tenido noticias del problema. Lo malo es que GM es clave para el futuro
del holding: controla 20% de Fiat Auto, tiene una opción por el 80% restante
y, si no la ejerce, el plan de rescate financiero armado por los bancos perderá
sentido.

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