martes, 24 de diciembre de 2024

Sobrevivir con estilo

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Fue siempre condición de necesidad y posibilidad para la vida. Las expectativas de bienestar solían relacionarse con la vida y en cambio, las condiciones básicas, con la “supervivencia”. Conocida y reconocida, la tendencia a la búsqueda del bienestar o wellbeing se encuentra difundida y es disputada y resignificada como promesas de parte de las marcas.

<p><br />
Por Mariela Mociulsky (*)</p>
<p>Diversos consumos culturales nos muestran un &ldquo;fin del mundo&rdquo; muy pr&oacute;ximo, y a la vez, existe una inclinaci&oacute;n a resaltar el valor de la capacidad de supervivencia. Por un lado, pel&iacute;culas para adultos y ni&ntilde;os funcionan como grandes met&aacute;foras de lo que implica sobrevivir (por ejemplo <em>2012, El d&iacute;a despu&eacute;s de ma&ntilde;ana, Madagascar, La era del hielo, Wall-e </em>y series de gran &eacute;xito como <em>Lost</em> o <em>Flash Forward</em>) y por otro, libros, sitios, tutoriales, cursos se proponen brindarnos herramientas para desarrollar en nosotros aquellas habilidades que mejor nos permitan sobrevivir y armonizar, solapando en cambio, las que nos lleven a entrar en conflicto con el entorno.<br />
Pero, &iquest;qu&eacute; significa esta preocupaci&oacute;n por sobrevivir? &iquest;Cu&aacute;les son los peligros que nos amenazan? &iquest;De d&oacute;nde provienen? &iquest;C&oacute;mo nos condicionan? &iquest;De qui&eacute;nes podemos aprender a sobrevivir mejor?<br />
Sobrevivir. (Del lat. supervivere ). El Diccionario de la Real Academia Espa&ntilde;ola define la palabra como: &ldquo;Vivir despu&eacute;s de la muerte de otra o despu&eacute;s de un determinado suceso, o vivir con escasos medios o en condiciones adversas&rdquo;. <br />
Con esta tendencia ya madura, lo que hoy encontramos como emergente novedoso en nuestras investigaciones con consumidores, es que no solamente se busca la satisfacci&oacute;n en el bienestar (algo ya detectado y trabajado desde distintas credenciales de marca), sino que tambi&eacute;n existen preocupaciones y expectativas relacionadas con una &ldquo;buena supervivencia&rdquo;. <br />
Frente a un futuro percibido como incierto, angustiante y peligroso (por factores pol&iacute;ticos, econ&oacute;micos, el cuestionamiento de liderazgos y la problem&aacute;tica de la sustentabilidad del planeta, entre otras causas), parecer&iacute;a existir un c&uacute;mulo de conocimientos y actitudes que es conveniente, posible y deseable aprehender para lograr sobrevivir. Lo novedoso sin embargo, es que no se trata de simple paranoia, sino de la exaltaci&oacute;n de la supervivencia como habilidad, virtud y hasta motivo de &eacute;xito y diferenciaci&oacute;n, &uacute;til tambi&eacute;n para enfrentar las imposiciones de la ajetreada vida cotidiana, laboral, etc.<br />
Es v&aacute;lido destacar que esta supervivencia no queda librada al azar, es decir, no es &ldquo;de cualquier manera&rdquo;, hay un modo, un c&oacute;mo lograrlo, en el que la incorporaci&oacute;n de la tecnolog&iacute;a, el dise&ntilde;o, el <em>styling</em>, invitan a consumir productos y servicios para sobrevivir &ldquo;con estilo&rdquo;.</p>
<p><strong>&iquest;A qu&eacute; le tememos? Un breve recorrido hist&oacute;rico</strong><br />
El contexto social y cultural de una sociedad es el marco de referencia sobre el que los sujetos act&uacute;an, un entorno f&iacute;sico y simb&oacute;lico, siempre hist&oacute;ricamente determinado. Nuestro mundo ha albergado un sinf&iacute;n de posturas ambiguas, fragmentadas y muchas veces extremas acerca de qu&eacute; es vivir bien, qu&eacute; caminos conducen a la felicidad (y a la plenitud) y tambi&eacute;n a qu&eacute; se sobrevive y a qu&eacute; se teme; cada per&iacute;odo hist&oacute;rico construy&oacute; la figura de un enemigo, con atributos particulares. <br />
Para los paganos, el miedo a las manifestaciones naturales y la posibilidad de intervenir en su devenir a trav&eacute;s de ritos, les aseguraba una supervivencia frente a una naturaleza adversa. En la Edad Media, el temor de Dios y la fe guiaban los destinos de los hombres, que incluso percib&iacute;an la sobrevivencia terrenal como un paso hacia una vida eterna y feliz m&aacute;s all&aacute; de este mundo.<br />
La Modernidad y la supremac&iacute;a de la raz&oacute;n construyeron nuevos enemigos: la medicina y la cura a las enfermedades empez&oacute; a marcar el camino de la prolongaci&oacute;n de la expectativa de vida y de una mejor calidad de vida. La ciencia se erigi&oacute; como el gran ant&iacute;doto frente a la muerte, aunque m&aacute;s no fuera una ilusi&oacute;n temporal. <br />
Ya en el siglo 20, el hombre empez&oacute; a ser testigo de c&oacute;mo &eacute;l mismo hab&iacute;a generado las nuevas razones a temer y a qu&eacute; y c&oacute;mo sobrevivir. El desencanto de la idea de progreso de la Ilustraci&oacute;n se plasm&oacute; en la atrocidad de las dos grandes guerras mundiales. Al mismo tiempo, la tecnolog&iacute;a espacial permiti&oacute; explorar las fronteras del mundo y la ciencia ficci&oacute;n construy&oacute; un nuevo enemigo externo, los extraterrestres, frente a cuya inminente llegada la raza humana ten&iacute;a que desarrollar estrategias de sobrevivencia. Pel&iacute;culas, libros, documentales reflejan, hasta el d&iacute;a de hoy, la discursividad que se construye sobre los aliens, los OVNI y sus intenciones (paz/conquista, amistad/ataque) respecto de &ldquo;La Tierra&rdquo;.<br />
En el siglo 21 somos testigos de nuevos flagelos, que confirman las sospechas sobre las utop&iacute;as del progreso humano. Pero hoy el &ldquo;enemigo&rdquo; es interno. Nuestros sistemas de producci&oacute;n y consumo agotan los recursos naturales y abren a&uacute;n m&aacute;s las brechas entre lo incluidos y quienes quedan absolutamente fuera del sistema. La sobrevivencia se vincula con pertenecer al primer grupo y con una creciente sensaci&oacute;n de que hay que hacer algo para frenar a la humanidad de sus propios &ldquo;avances&rdquo;. <br />
La posmodernidad, con la retirada del Estado de bienestar, un tejido social m&aacute;s laxo, instituciones m&aacute;s d&eacute;biles, p&eacute;rdida de marcos de referencia y proyectos menos s&oacute;lidos e inclusivos, produce una sensaci&oacute;n de incertidumbre y angustia que se intenta contrarrestar enfatizando el car&aacute;cter individual en la b&uacute;squeda del bienestar y la supervivencia, tanto personal como &ldquo;planetaria&rdquo;.</p>
<p><img src="../../../../mercado/ro/imagenes/foto_nota_1109_14_2.jpg" alt="" /><br />
Mariela Mociulsky</p>
<p><strong>La era del m&aacute;s apto, pero &iquest;para qu&eacute;?</strong><br />
Los sistemas actuales (sociales, econ&oacute;micos, laborales) en los que estamos insertos acent&uacute;an la sensaci&oacute;n de incertidumbre. La analog&iacute;a del n&aacute;ufrago funciona como ejemplo. Lost, por citar un caso paradigm&aacute;tico, populariz&oacute; esta idea de una enorme incertidumbre donde para sobrevivir, es clave adaptarse, racionalizar, disminuir el grado de conflicto, moderar las energ&iacute;as, ser pr&aacute;ctico y expeditivo. Pocos recursos para muchos hacen que quienes desarrollen mejor estas habilidades sean los que sobrevivan. <br />
El sobrevivir implica preguntas profundas y filos&oacute;ficas y para ilustrar algunas de ellas se publicaron recientemente compilaciones de ensayos filos&oacute;ficos que muestran c&oacute;mo particularmente la serie <em>Lost</em> y la condici&oacute;n de supervivientes de sus protagonistas ilumina e interroga la condici&oacute;n humana. <br />
El libro <em>La filosof&iacute;a de</em> <em>Lost</em> analiza desde distintas perspectivas filos&oacute;ficas el temor de ser arrancado de la certeza de lo conocido, el cuestionamiento moral, la fe y la raz&oacute;n, el lugar del libre albedr&iacute;o y del autoconocimiento. <br />
El indudable &eacute;xito global de la serie y la legi&oacute;n de fan&aacute;ticos que siguieron su desenlace compartiendo sus emociones y sentimientos en la Web reflejan que estas preguntas del sobreviviente, lejos de ser abstractas o intelectuales, encuentran gran llegada en un contexto que valora las habilidades de supervivencia mencionadas. <br />
Esta capacidad de sobrevivir tambi&eacute;n puede funcionar como met&aacute;fora del mundo laboral. Flexibilidad, autonocimiento, asertividad son habilidades del sobreviviente y que hoy se requieren para continuar perteneciendo a un sistema que amenaza continuamente con dejarnos afuera, por no cumplir con alguno de esos requisitos o porque otros los cumplan mejor que nosotros.<br />
Y cuando no se trata de las preguntas m&aacute;s profundas o de las habilidades del sobreviviente en el mundo laboral, se verifican en los consumidores otras pr&aacute;cticas de control y contenci&oacute;n. Son aquellas que se proponen organizar, contener y controlar materialmente aquello sobre lo que efectivamente tenemos poder de acci&oacute;n. Los crecientes esfuerzos en torno a lo &ldquo;controlable&rdquo; &ndash;orden, limpieza, control del gasto energ&eacute;tico en el hogar, por ejemplo&ndash; son una consecuencia de cu&aacute;n incontrolable nos resulta el contexto y de nuestra necesidad de sobrevivirlo. Queremos tranquilizar nuestra mente y relajarnos, domar nuestros instintos para ser m&aacute;s &ldquo;adaptables y funcionales&rdquo; a un sistema que as&iacute; lo requiere, pero tambi&eacute;n procuramos purificar el cuerpo, eliminar toxinas y sentirnos limpios (con sus subsecuentes fobias de contacto y contagio). Sentimos la urgencia de proteger el hogar de pat&oacute;genos y poluci&oacute;n. <br />
Como consecuencia de este deseo de control en lo m&aacute;s cotidiano, surge la necesidad de nuevos garantes y &ldquo;sellos&rdquo; que nos brinden esa seguridad tan deseada, lo que constituye una oportunidad para productos, servicios, publicaciones, sitios <em>web</em> que puedan responder a esa b&uacute;squeda de tranquilidad.</p>
<p><img src="../../../../mercado/ro/imagenes/foto_nota_1109_14_3.jpg" alt="" /></p>
<p><strong>Un mundo finito</strong><br />
Si pensamos en la supervivencia planetaria y las habilidades personales puestas en pr&aacute;ctica para lograrla, podemos se&ntilde;alar los a&ntilde;os 2000 como punto de inflexi&oacute;n en la incorporaci&oacute;n de comportamientos <em>green</em> a la vida del consumidor. Se gesta un cambio cultural que permite identificar un estilo de vida pro sostenible que no s&oacute;lo ostenta un grupo restringido o militante, sino que se trata de la sumatoria de fen&oacute;menos que comienzan a masificarse. La nueva conciencia ecoglobal es resultado de asimilar la finitud de los recursos naturales y de advertir la necesidad de pol&iacute;ticas ambientales ante un caos clim&aacute;tico que por primera vez se vislumbra como posible, poniendo a prueba las habilidades del sobreviviente.<br />
Esta nueva perspectiva se manifiesta como expresi&oacute;n en esferas dis&iacute;miles como el arte, la moda, los medios y la publicidad a la vez que tambi&eacute;n funciona una necesidad de evangelizar acerca del <em>&ldquo;going green&rdquo;</em>: sitios <em>web</em>, libros, programas de TV ense&ntilde;an trucos cotidianos y accesibles para ser verde. El estatus de consumidor <em>green</em> se va erigiendo como &ldquo;el nuevo <em>cool</em>&rdquo;. <br />
Saber consumir de modo sustentable es un valor social positivo promovido por la sociedad, los medios y las marcas. Se trata de una actitud de vida que, sin embargo, no resigna dise&ntilde;o, <em>glamour</em> o tecnolog&iacute;a; en definitiva se trata de cuidar el mundo, pero <em>con estilo</em>. Las marcas m&aacute;s reconocidas dise&ntilde;an productos y campa&ntilde;as que dejan ver lo verde como el nuevo modo de ser y habitar en el mundo de manera funcional, pero tambi&eacute;n est&eacute;tica y <em>trendy</em>.<br />
En el plano de las empresas, las acciones de RSE responden a una &eacute;tica verde que ingresa en los sistemas de producci&oacute;n y la distribuci&oacute;n, ya no s&oacute;lo como estrategia de diferenciaci&oacute;n sino como una exigencia del mercado. Nuevas formas de energ&iacute;a, pol&iacute;ticas de reciclado y alternativas a la log&iacute;stica y el transporte tradicionales se redise&ntilde;an en funci&oacute;n de su impacto ambiental. Esta &eacute;tica de la transparencia se impone frente a un consumidor cada vez m&aacute;s preocupado por la sustentabilidad. La esfera del consumo se resignifica: un sistema hiperconsumista que agot&oacute; los recursos naturales lleva a considerar la vuelta a las ra&iacute;ces, a revalorizar las formas m&aacute;s simples del pasado y lo artesanal a la vez de posicionar al reciclado/ reuso/ transformaci&oacute;n como las nuevas formas de producci&oacute;n y consumo.<br />
A la vez, a la m&aacute;s estricta preocupaci&oacute;n por la supervivencia personal y planetaria se asocian tambi&eacute;n aspectos de diferenciaci&oacute;n simb&oacute;lica (&ldquo;soy m&aacute;s responsable y educado&rdquo;): productos org&aacute;nicos, <em>premium</em> y ediciones exclusivas son hoy nuevas credenciales de un consumidor preocupado por la supervivencia, sin olvidar los aspectos atractivos y est&eacute;ticos que la misma puede involucrar.</p>
<p><img src="../../../../mercado/ro/imagenes/foto_nota_1109_14_4.jpg" alt="" /></p>
<p><strong>Por el poder del autocontrol</strong><br />
Las respuestas ca&oacute;ticas de una naturaleza impredecible que responde a los ataques del hombre se tornan altamente angustiantes y acent&uacute;an la sensaci&oacute;n de vulnerabilidad. La omnipotencia de la raza humana pretende ejercer el control canalizando esta angustia en el <em>empowerment</em> que brinda el ejercicio de lograr control de lo que s&iacute; es posible y accesible. <br />
Mientras aprendemos a sobrevivir e intentamos controlar nuestro entorno, se multiplica la demanda de cursos, t&eacute;cnicas y medicinas (yoga, reiki, meditaci&oacute;n, homeopat&iacute;a, flores de Bach) tendientes a aplacar la mente y la ansiedad cotidiana, con el objetivo de poder adaptarnos mejor al contexto pero tambi&eacute;n facilitar las peque&ntilde;as acciones cotidianas. Revistas como <em>Real Simple</em> y <em>Blueprint</em> ofician de gu&iacute;as para aprender a ordenar y hacer sencillo todo tipo de tareas cotidianas. Por su parte, libros como <em>Unclutter Your Life</em> cuyo lema es &ldquo;el desaf&iacute;o no es hacer la vida m&aacute;s simple, sino simplemente vivir&rdquo; abordan el &ldquo;orden&rdquo; f&iacute;sico como met&aacute;fora del equilibrio emocional. En la tienda The Container Store se puede encontrar un sinf&iacute;n de art&iacute;culos &ndash;por ejemplo: todo tipo de cajas&ndash; para ordenar y organizar la casa. Adicionalmente, un hogar libre de los &ldquo;trastornos&rdquo; del exterior, purificado a trav&eacute;s de distintos electrodom&eacute;sticos, protege al cuerpo de los efectos del ambiente y del estilo de vida actual.<br />
En este punto es v&aacute;lido destacar que se va conformando un estatus de sobreviviente; es decir, en la transmisi&oacute;n de todas estas habilidades o &ldquo;<em>kit</em>&rdquo; de supervivencia hay una ret&oacute;rica determinada que &ndash;nuevamente&ndash; no es ajena al dise&ntilde;o, la est&eacute;tica y la incorporaci&oacute;n de lo &uacute;ltimo en tecnolog&iacute;a. Los productos y servicios que atienden a esta necesidad de seguridad y control conforman un mercado, en que la diferenciaci&oacute;n y el impacto est&eacute;tico tambi&eacute;n se hacen necesarios. A fin de ilustrar esta tendencia, mencionaremos algunos ejemplos concretos:<br />
Samsung <em>Silver Nano </em>es un sistema desarrollado por esa marca para mejorar la calidad de vida de sus usuarios, eliminando g&eacute;rmenes, bacterias y olores. <em>Outbreaks Near Me </em>es una aplicaci&oacute;n para iPhone desarrollada por el Instituto Tecnol&oacute;gico de Massachusetts, el Hospital de Ni&ntilde;os de Boston y Fundaci&oacute;n Google. &iquest;El objetivo? Identificar, en tiempo real, enfermedades infecciosas cerca de uno y en todo el mundo y recibir alertas personalizadas por tel&eacute;fono o por<em> e-mail.</em><br />
Wattson, por su parte, es un aparato que monitorea el consumo de energ&iacute;a en el hogar. Muestra de una manera sumamente est&eacute;tica, por cierto, cu&aacute;nta electricidad se est&aacute; gastando en cada momento, por lo que sirve para concientizar sobre los excesos. La compa&ntilde;&iacute;a de limpieza Clorox se uni&oacute; a estudiantes universitarios y madres de todo Estados Unidos para desarrollar una aut&eacute;ntica gu&iacute;a de supervivencia universitaria, el<em> College Survival Guide</em>, que no s&oacute;lo cuenta con <em>tips</em> respecto a la convivencia con un compa&ntilde;ero de cuarto, qu&eacute; ropa est&aacute; de moda en qu&eacute; zona del pa&iacute;s, seguridad, nuevos amigos, etc&eacute;tera, sino tambi&eacute;n c&oacute;mo desinfectar &ldquo;el <em>dorm</em>&rdquo; (cuarto) para librarlo de g&eacute;rmenes.</p>
<p><strong>Cuidado personal</strong><br />
La b&uacute;squeda de limpieza, purificaci&oacute;n y desintoxicaci&oacute;n tambi&eacute;n se verifica en el cuidado personal. La marca Ed Hardy cuenta con un desinfectante para manos mientras que Soap Labs cre&oacute; Soaprise, una l&iacute;nea de jabones para ni&ntilde;os con olor a uva, frutilla, banana y <em>cotton-candy</em>. Clean es una marca de fragancias (y otros productos relacionados) inspirada en el olor a jab&oacute;n, que remite a lo limpio y puro. Zeno es un aparato electr&oacute;nico que combate el acn&eacute; &ndash;eliminando impurezas e imperfecciones&ndash; con calidad profesional.<br />
Blueair Eco10 es un filtro que purifica el aire del hogar sin gastar m&aacute;s que una bombita el&eacute;ctrica. Oxygen of Green es una mesa de interior con plantas cuyo objetivo es purificar naturalmente el aire de la casa. Fresh Air Globe es un filtro a base de agua que filtra el aire, olores molestos y protege de agentes al&eacute;rgenos. Decleor cuenta con una crema hidratante anti-poluci&oacute;n con n&eacute;ctar natural de flores, se llama Hydra Floral Anti Pollution; y Clarins tiene una bruma facial &ndash;llamada Expertise 3P Brume Ecran&ndash; que refuerza el efecto barrera de la piel, brindando protecci&oacute;n frente a las ondas electromagn&eacute;ticas y a la contaminaci&oacute;n urbana. <br />
Como estrategias de control y contenci&oacute;n, la generaci&oacute;n de nuevas garant&iacute;as, requisitos y certificaciones verdes busca saciar la sed de confianza de los nuevos consumidores, &aacute;vidos de certezas. A su vez, crece la confianza en los expertos y se atomizan las fuentes de revisi&oacute;n, ejemplo de esto son las p&aacute;ginas especializadas en la tem&aacute;tica.<br />
<em>Chefs Collaborative</em> es una red de chefs que fomentan un sistema de alimentaci&oacute;n sustentable a trav&eacute;s de la promoci&oacute;n, educaci&oacute;n y colaboraci&oacute;n con la comunidad. Entre sus acciones, brindan las herramientas necesarias para que los cocineros aprendan a comprar materia prima sustentable.<em> Snail of Approval </em>es un sello de calidad, autenticidad y sustentabilidad otorgado por <em>Slow Food NY</em> a bares, restaurantes, artesanos de la comida y la bebida y <em>retailers</em> &ldquo;responsables&rdquo;.<br />
LEED<em> (Leadership in Energy and Environmental Design </em>o en castellano, Liderazgo en Energ&iacute;a y Dise&ntilde;o del Medioambiente) es una certificaci&oacute;n que se da a edificios nuevos o renovaciones que cumplen con ciertas normas ambientales. El sello <em>Fairtrade</em> certifica que los est&aacute;ndares del comercio justo han sido alcanzados mientras que a ISO 140001 es la certificaci&oacute;n internacional ecol&oacute;gica.<br />
<em>Green Map</em> (cuyo eslogan es &ldquo;direcciones para un futuro sustentable&rdquo;) es una aplicaci&oacute;n que permite ayudar a armar el mapa verde de la propia ciudad con cr&iacute;ticas, fotos, videos y recomendaciones. En marzo de este a&ntilde;o, Nickelodeon entreg&oacute; el premio <em>Green Kid&rsquo;s Choice Awards </em>a Leonardo di Caprio.</p>
<p><strong>El motor de la supervivencia</strong><br />
El soci&oacute;logo polaco Zygmunt Bauman sugiere que al estudiar cualquier fen&oacute;meno social prestemos atenci&oacute;n a lo que atrae como soluci&oacute;n y lo que atemoriza como motor. En sus propias palabras: &ldquo;Cuando mucha gente corre en la misma direcci&oacute;n hay que formular dos preguntas: detr&aacute;s de qu&eacute; <em>corre</em> y de qu&eacute; <em>huye</em>&rdquo; (Bauman 2000: 87). <br />
&iquest;De qu&eacute; huimos al exaltar la supervivencia? <br />
Huimos de la incertidumbre, del miedo, de un &ldquo;otro&rdquo; atemorizante que nos hace encender el motor de la supervivencia (&ldquo;otro &ldquo;que hoy somos nosotros como colectivo humano), pero queremos hacerlo en nuestros propios t&eacute;rminos. Por ese motivo la supervivencia cobra nuevas dimensiones como estrategia concreta frente a lo eventual e incontrolable, pero tambi&eacute;n y sobre todo, como habilidad que el contexto nos impulsa a valorar en nosotros mismos y en los dem&aacute;s. <br />
Como sociedad global estamos asumiendo que somos nosotros, los seres humanos, en nuestra cotidianeidad y con peque&ntilde;os actos, los que podemos tener un gran protagonismo en relaci&oacute;n al destino planetario. Estamos en medio de un gran viraje hacia lo sustentable donde aparecen nuevas pr&aacute;cticas en pos de la sustentabilidad y el cuidado del ambiente que hablan, en &uacute;ltima instancia, del nacimiento de una nueva &eacute;tica, en donde responsabilidad y esperanza ocupan el lugar central. <br />
&iquest;Las manifestaciones? desde pr&aacute;cticas para organizar, contener y controlar toda otra serie de variables que est&aacute;n a nuestro alcance, que se reflejan en diversas b&uacute;squedas a distintos niveles, en lo concreto y material (orden, limpieza, desinfecci&oacute;n) como en lo simb&oacute;lico (b&uacute;squeda de armon&iacute;a, paz interior, calma, relajaci&oacute;n, ser expeditivo y pr&aacute;ctico) y en nuestros <em>v&iacute;nculos con el mundo</em> (disminuir el nivel de conflicto, adaptarse, ser flexible) como estrategias de supervivencia a utilizar en diversos &aacute;mbitos, de lo cotidiano a lo laboral.<br />
Temores e incertidumbres, pero tambi&eacute;n oportunidad de <em>empowerment</em> y acci&oacute;n cotidiana que permita manejar los niveles de ansiedad y sentirse a la vez parte del cambio que las nuevas generaciones ya comenzaron a gestar.</p>
<p><strong>&iquest;Detr&aacute;s de qu&eacute; corremos? </strong><br />
Si la supervivencia saca lo mejor de nosotros en su capacidad de extraer las preguntas y las certezas m&aacute;s profundas, corremos tal vez detr&aacute;s de las respuestas, de la tranquilidad de saber que contamos con las habilidades del sobreviviente (aunque esperemos muy en el fondo, no tener que ponerlas nunca en pr&aacute;ctica). <br />
En este sentido, aquellas marcas que ayuden a facilitar, ordenar, organizar y promover estas preguntas que no tienen respuesta un&aacute;nime, aquellas que cooperen con la calma brindando informaci&oacute;n confiable, garantes y garant&iacute;as cre&iacute;bles y sobre todo aquellas que nos permitan encontrar nuestra propia forma de sobrevivir, no solamente en cuanto a contenido sino tambi&eacute;n en tono y c&oacute;digo &eacute;tico y est&eacute;tico, ser&aacute;n grandes aliadas de las personas. Porque hoy se trata de sobrevivir. Pero con estilo.</p>
<p>(*) Mariela Mociulsky es licenciada en Psicolog&iacute;a (UBA), con estudios de posgrado en IAE (PDD-Programa de Desarrollo Directivo), en Psicolog&iacute;a Social y en Investigaci&oacute;n de Mercado y Opini&oacute;n P&uacute;blica (UBA). Especialista en investigaci&oacute;n de mercado y an&aacute;lisis de tendencias sociales y sus manifestaciones en el consumo. Cuenta con m&aacute;s 18 a&ntilde;os de experiencia aplicada. Es directora socia de Trendsity.</p>
<p>Citas:<br />
Bauman, Zygmunt (2000) <em>Modernidad l&iacute;quida</em>. Buenos Aires: Fondo de Cultura Econ&oacute;mica de Argentina.<br />
Descola, Phillipe (2001) <em>Construyendo Naturalezas: Ecolog&iacute;a Simb&oacute;lica y Pr&aacute;ctica Social. </em>M&eacute;xico: Siglo XXI.</p>

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