La Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA) informó avances relevantes tras la COP30, la primera Conferencia de las Partes celebrada en la Amazonía, desarrollada en Belém. El organismo consideró que la cooperación regional resultó indispensable frente a la crisis climática y generó resultados de impacto para los países miembros.
Martín von Hildebrand, secretario general de la OTCA, señaló la función esencial de la selva como organismo vivo y su papel en la provisión de recursos hídricos y energéticos para la región. “La actuación de la OTCA durante la COP reforzó el compromiso con una gobernanza regional basada en el conocimiento científico y en la visión ancestral de los pueblos amazónicos, para quienes la selva es una red viva de relaciones inseparables. La Amazonía solo funciona en su integridad”, afirmó.
Durante la COP30, el Pabellón de América Latina, el Caribe y la Amazonía, en alianza con el Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF), fue escenario de cerca de foros con especialistas de la OTCA y la presentación del Observatorio Regional Amazónico, que exhibió datos georreferenciados del bioma.
En la reunión de ministros de Medio Ambiente de los países de la región se reactivó la Comisión Especial de Medio Ambiente y Clima para reforzar acciones integradas de adaptación y protección. Asimismo, se discutió la creación del Mecanismo Amazónico de los Pueblos Indígenas, con participación paritaria de delegados gubernamentales e indígenas.
En el ámbito financiero, se presentó el Mecanismo Amazónico de Cooperación y Acción, orientado a movilizar US$ 250 millones en diez años para proyectos de biodiversidad, bosques y agua. Además, el Ministerio de Medio Ambiente y Cambio Climático de Brasil y el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social confirmaron la elegibilidad para acceder a 55 millones de reales del Fondo Amazonia, destinados al fortalecimiento del monitoreo forestal y el combate a la deforestación.
Por otra parte, la OTCA firmó el Programa Regional de Gestión Integral del Fuego, que prevé un aporte de 18,7 millones de euros para fortalecer las capacidades de prevención y respuesta a incendios forestales entre 2026 y 2029. La organización también suscribió cartas de intención para ampliar la cooperación científica, tecnológica y educativa en la región.
El informe difundido por la OTCA sostiene que estos mecanismos apuntan a consolidar instrumentos de monitoreo ambiental y políticas de mitigación y adaptación al cambio climático en el área amazónica.
