Como esa temperatura es muy superior al nivel que toleran los corales, los biólogos de la Coral Rescue Foundation de Key West procedieron a evacuar especímenes para depositarlos en tanques sobre el continente.
Los corales responden en dos etapas al estrés de calor: primero se decoloran y luego se mueren. Algunos de los arrecifes más al sur, expuestos a las aguas más calientes, ya murieron, pero los que están en lugares más frescos tienen más posibilidades de sobrevivir y regenerarse.
La crisis de los corales en La Florida y el Caribe es apenas una de las formas en que los océanos alarmaron a los científicos este año. La temperatura promedio de la superficie del mar en el mundo venía subiendo a razón de 0,1ºC cada diez años desde 1970, más o menos a la mitad de la velocidad de la atmósfera. El aumento global en el último año fue cercano a 0,2ºC, con olas de calor en el mar mucho más intensas en algunas regiones.
La principal causa del calentamiento es la actividad humana que bombea óxido de carbono y otros gases de invernadero a la atmósfera, explican los científicos, pero las causas del calentamiento de los océanos no están para nada claras. La corriente del Niño, que cíclicamente calienta las aguas ecuatoriales del Océano Pacífico y que provoca cambios en las temperaturas y las lluvias, “está en sus etapas iniciales y no domina lo que estamos viendo”, dice Chris Merchant, profesor en la Universidad de Reading. Él calcula más calentamiento cuando el Niño refuerce la tendencia actual.
Los animales marinos también sufren; ellos toleran mucha menos temperatura que sus contrapartes terrestres, pero tienen la posibilidad de nadar hacia lugares más frescos o hacia mayores profundidades donde agua es más fría. Los arrecifes coralinos, en cambio, son especialmente vulnerables porque están fijos en un lugar.