El complejo, situado a unas 25 millas de la costa del Golfo Pérsico, tiene el tamaño de unas 350 canchas de fútbol. La empresa, que es estatal y ya produce cerca de 10% del petróleo del mundo, está aumentando su capacidad máxima de producción de 12 a 13 millones de b/d para 2027 y se propone aumentar su producción de gas en más de 50% para 2030.
Aramco también invirtió en producción de petroquímicos y proyectos de hidrógeno.
El grupo asegura que puede brindar un barril de petróleo con la menor cantidad de carbono de toda la industria y que mientras el mundo necesite usar petróleo ese petróleo debería provenir de Aramco. El razonamiento pertenece a Al-Khowaiter, una figura clave en la sección Sustentabilidad de la compañía. En el último informe de sustentabilidad publicado en junio 2022 las frases “carbón más bajo” y “menor carbón” aparecen 14 veces en las primeras 33 páginas.
“Como saben, somos el menor emisor mundial de gases de invernadero por barril de petróleo entre los grandes productores, unos 10,7 kg [de CO₂ equivalente por barril de petróleo equivalente]”, prosigue al-Khowaiter.
Según su argumento, que Aramco aumente su producción de petróleo y su cuota de mercado “es mejor para el mundo”.
Cabe, entonces, hacerse la pregunta si reducir las emisiones operativas tiene algún impacto real sobre el clima si el mundo sigue quemando millones de barriles de petróleo de Aramco todos los días.
