Junto al religioso francés, actual presidente del Pontificio Consejo para el diálogo interreligioso, estarán el austríaco Christoph Schoenborn, arzobispo de Viena; el canadiense Thomas Collins, arzobispo de Toronto; el español Santos Abril y Castelló, arcipreste de la basílica papal de Santa María Mayor, y el secretario de Estado y cardenal italiano designado Pietro Parolin.
La nueva comisión tiene mandato por un quinquenio, y por el momento no fue indicado quién la presidirá.
Tauran actuará de nexo entre la nueva comisión y la precedente: la saliente era presidida por el ex secretario de Estado Tarcisio Bertone, con mandato vencido tras el anuncio de la dimisión de Benedicto XVI y poco antes del inicio de la sede vacante.
Junto a Bertone y Tauran integraban la comisión el brasileño Odilo Pedro Scherer, arzobispo de Sao Paulo; el indio Telesphore Toppo, arzobispo de Ranchi, y el cardenal italiano Domenico Calcagno, presidente de la Administración del Patrimonio de la sede apostólica.
El mandato de Bertone y de los otros miembros de la comisión de vigilancia del IOR en teoría debería haber sido quinquenal, pero su duración se tornó “políticamente” insostenible con un nuevo Papa, indicó la agencia de noticias italiana Ansa.
En julio, Francisco instituyó una comisión de investigaciones sobre los activos financieros del IOR, para mejorar las estrategias, evitar el despilfarro de recursos y en especial garantizar la transparencia.
Esta comisión está compuesta por laicos, expertos en materia jurídica, económica, financiera y organizativa, ya sea consultores o revisores de instituciones económicas vaticanas o eclesiásticas. Solo el secretario del “board” es eclesiástico: monseñor Lucio Angel Vallejo Balda.