Trump altera el mercado de materias primas

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Los probables beneficiados serían: Brasil, Argentina, Alemania, Vietnam y Canadá.

La decisión de la Casa Blanca de imponer aranceles a las exportaciones de países de Asia (en especial, China), a las de la Unión Europea y de los socios del NAFTA (Canadá y México), provocará de inmediato represalias de los afectados.

Lo que llevará a una nueva ola de sanciones estadounidenses. Que a su vez será contestada. Entraremos así de pleno en una guerra comercial global, cuyos efectos son impredecibles, aunque sin duda desastrosos.

Un curioso efecto de este toma y daca, es el que mundo comercial de los productos básicos, sufrirá una profunda transformación desde el escenario que presenta hoy día. Los potenciales beneficiarios en esta guerra no prevista hace pocos meses, serán los criadores de cerdos alemanes, los productores de hilados vietnamitas, y los productores de soja en Brasil y en la Argentina. La demanda china por cerdos y por aceite de colza (que hasta ahora importa en gran proporción desde Estados Unidos) transformará el mapa comercial y creará nuevos ganadores de esta contienda. Los productores de maíz estadounidenses, estarán también entre los grandes perjudicados.

Consecuencia: todo el intercambio global de productos agrícolas y commodities derivados, se está reconfigurando velozmente a escala planetaria. Los productores mundiales de colza, pueden ser ganadores especiales en la nueva situación. Antes de este clima bélico comercial, China había empezado a comprar más colza. En 2017, 4,8 millones de toneladas, un tercio más que durante el año anterior. La mayor parte de este aumento lo proveyó Canadá, el principal exportador mundial. Se prevé que las compras chinas pueden aumentar todavía más.

La importación china de soja es del orden de 95 millones de toneladas anuales. Pero la brecha entre el precio de ambos productos, soja y colza, se ha ampliado en favor de la última.

En cuanto al maíz, podría ser el gran perdedor estadounidense. Figura al tope de las sanciones que piensa imponer China apenas entren en vigencia las medidas del gobierno de Trump. Lo que implica que Estados Unidos debe prever hacia dónde orientará ese volumen de maíz afectado. Justo cuando otro gran comprador, México, también planea imponer restricciones al maíz del país vecino. Un indicio lo da las compras a Brasil del año pasado: 600.000 toneladas, diez veces más que durante 2016. Puede ocurrir que México intente reducir su dependencia del maíz estadounidense. Hasta 30% de sus compras pueden canalizarse a través de Brasil, Argentina y otros países productores.

El algodón puede ser otra víctima estadounidense. Puede ser reemplazado por compras desde Australia, países de Ãfrica occidental, y Brasil. China es el segundo comprador de algodón estadounidense.

 

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