viernes, 27 de diciembre de 2024

Trichet cambia de idea y hace bajar el euro de US$ 1,57 a 1,50 en cinco días

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Bastante menos obsedido por la inflación que antes, el presidente del Banco Central Europeo admite que la economía regional se frena. Pero sólo atina a dejar la tasa básica en 4,25% anual, muy lejos del 2% que mantiene la Reserva Federal.

<p>En otras palabras, Jean-Claude Trichet est&aacute; entre la espada y la pared. Si baja el tipo b&aacute;sico para acercarlo al norteamericano, continuar&aacute; cediendo el euro y los exportadores ser&aacute;n felices. Pero los precios internos ser&aacute;n m&aacute;s altos en d&oacute;lares. Si, por el contrario lo deja como est&aacute; o lo eleva, el cr&eacute;dito ser&aacute; tan escaso como ahora y m&aacute;s caro, aunque el euro recobre posiciones.</p>
<p>Se supon&iacute;a que este jueves el BCE adoptar&iacute;a decisiones sobre tasas, si bien no est&aacute; atado a un cronograma tan r&iacute;gido y anacr&oacute;nico como la RF (que el martes tampoco toc&oacute; los tipos referenciales. La Eurozona &ndash;quince adherentes a la moneda com&uacute;n entre los veintisiete de la Uni&oacute;n Europea- muestra claros signos de estancamiento econ&oacute;mico desde abril.</p>
<p>La inflaci&oacute;n en la Eurozona cedi&oacute; de 4,2% anual en junio a 4,1% en julio. Pero, claro, el BCE todav&iacute;a cree en el &ldquo;sue&ntilde;o de Maastricht&rdquo;, o sea el pacto de estabilidad (1997) y su meta de 2% anual en precios minoristas. Aferrarse once a&ntilde;os a una ficci&oacute;n s&oacute;lo puede suceder en Francfort, una estructura dominada por bur&oacute;cratas teutones a quienes ni la propia Alemania escucha.</p>
<p>Sin dudas, el BCE afronta la peor de las situaciones: enfriamiento econ&oacute;mico m&aacute;s inquietante que la inflaci&oacute;n, precios sostenidos en productos primarios, combustibles caros y reticencia de los consumidores. Pero los &ldquo;ortodoxos impenitentes&rdquo; todav&iacute;a sugieren bajar salarios reales y reducir la estabilidad laboral. El calificativo lo aplica Paul Krugman a Benjamin Bernanke, Trichet y Mervyn Kingo (dirige el hoy achicado banco de Inglaterra).</p>
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