Tras 25 años, impacto de los cultivos transgénicos

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La biotecnología agrícola brinda mayores ingresos para los agricultores y beneficios ambientales

Los agricultores que sembraron cultivos transgénicos (genéticamente modificados-GM) aumentaron sus ingresos en casi US$ 19 mil millones en 2018 y redujeron las emisiones de carbono en 23 mil millones de kilogramos o el equivalente a eliminar 15,3 millones de autos de las calles ese año.

El mayor ingreso representa 4,42 dólares más por cada dólar adicional invertido, según un informe publicado el 15 de julio de 2020 por PG Economics.

“La biotecnología agrícola continúa contribuyendo de manera importante para reducir la huella ambiental de la agricultura y asegurar el suministro mundial de alimentos de manera sustentable. También ha ayudado a muchos pequeños productores de escasos recursos y a sus familias de los países en desarrollo a salir de la pobreza”, dijo Graham Brookes, director de PG Economics, coautor del informe.

 

Puntos destacados

 

  • – Los cultivos transgénicos han reducido significativamente las emisiones de gases de efecto invernadero de la agricultura al ayudar a los agricultores a adoptar prácticas más sustentables, como la labranza reducida y la siembra directa, que disminuyen la quema de combustibles fósiles y retienen más carbono en el suelo. Si en lugar de sembrar cultivos transgénicos en 2018 se hubieran sembrado cultivos convencionales, por ejemplo, se habrían emitido a la atmósfera 23 mil millones de kilogramos adicionales de dióxido de carbono, lo que equivale a agregar 15,3 millones de autos a las calles.
  • – De 1996 a 2018, el uso de cultivos transgénicos redujo la aplicación de productos de protección de cultivos en 776 millones de kilogramos, una reducción global de 8,6 %. La reducción equivale a más de 1,6 veces el uso total de productos fitosanitarios de China cada año. Como resultado, los agricultores que siembran cultivos transgénicos han reducido el impacto ambiental asociado con sus prácticas de protección de cultivos en un 19 %3.

Los cultivos transgénicos ofrecen un excelente retorno de la inversión para los agricultores que utilizan la tecnología.

  • – En 2018, los agricultores de los países en desarrollo recibieron 4,42 dólares como ingreso adicional por cada dólar adicional invertido en semillas de cultivos transgénicos, mientras que los agricultores de los países desarrollados recibieron 3,24 dólares como ingreso adicional por cada dólar adicional invertido en semillas de cultivos transgénicos.
  • – El beneficio económico neto a nivel de los agricultores fue de poco menos de US$ 19 mil millones en 2018, lo que equivale a un aumento promedio en el ingreso de 103 dólares/hectárea. De 1996 a 2018, el beneficio en el ingreso agrícola global neto fue de 225 mil millones de dólares, equivalente a un aumento promedio en el ingreso de 96,7 dólares/hectárea.

El uso de cultivos transgénicos ha contribuido a la seguridad alimentaria mundial y ha reducido la presión para usar nuevas tierras para agricultura.

  • – La biotecnología agrícola ha mejorado los rendimientos a través de un mejor control de plagas y malezas. Por ejemplo, la tecnología de cultivos resistentes a insectos (Bt) utilizada en el algodón y el maíz, entre 1996 y 2018 aumentó los rendimientos en un promedio de 16,5 % para el maíz Bt y 13,7 % para el algodón Bt, considerando todos los usuarios de esta tecnología en relación con la producción del sistema convencional sin transgénicos. Los agricultores que siembran soja Bt en América del Sur han visto un aumento promedio en los rendimientos de 9,4 % desde 2013.
  • – Durante los 23 años de uso generalizado analizados, el uso de cultivos transgénicos ha sido responsable de la producción global adicional de 278 millones de toneladas de soja, 498 millones de toneladas de maíz, 32,6 millones de toneladas de fibra de algodón y 14 millones de toneladas de canola.
  • – Los cultivos transgénicos permiten a los agricultores producir más sin necesidad de utilizar tierras adicionales. Por ejemplo, si los cultivos transgénicos no hubieran estado disponibles para los agricultores en 2018, mantener los niveles de producción global ese año habría requerido la siembra de 12,3 millones de hectáreas adicionales de soja, 8,1 millones de hectáreas adicionales de maíz, 3,1 millones de hectáreas adicionales de algodón y 0,7 millones de hectáreas adicionales de canola. Esto equivale a necesitar un 14 % adicional de la tierra cultivable en los Estados Unidos, o aproximadamente el 38 % de la tierra cultivable en Brasil o el 16 % del área de cultivo en China.

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