Ya empezando el segundo semestre, la bolsa de Tokio es la que más repunta en 2003, entre las principales del mundo, inclusive teniendo en cuenta la burbuja de Wall Street, iniciada en mayo y tal vez agotada. Los directores de las mayores empresas y los grandes banqueros muestran llamativo optimismo, basado en una clave: al parecer, la economía real se acerca a un punto de inflexión. Luego, irá saliendo del marasmo que data de 1991.
Según estadísticas oficiales, en junio el producto manufacturero continuaba aumentó a razón de 2,5% anual debido, esencialmente, a exportaciones de productos electrónicos, maquinaria, equipos y automotores… a Estados Unidos. Por ejemplo, el Lexus de Toyota les saca mercado a sus equivalentes de GM y Ford, algo que también sufren Audi y Volskwagen en la Unión Europea. Hace dos semanas días, aparte, apareció una señal inesperada: el “tankan” –informe trimestral del Banco del Japón (central)- revela una mejora neta en la confianza de los ejecutivos.
Un grupo de “keiretsu” (conglomerados horizontales) planea elevar hasta 5% las inversiones de capital y espera un promedio de 11% de aumento en las utilidades. Amén de la amplia y prolongada reacción bursátil, al dólar le cuesta mucho volver a los 120 yenes. “Nadie compra ilusiones fáciles, como en EE.UU., y todos observamos con inquietud el estancamiento o la recesión en Alemania y, ahora, Italia y Gran Bretaña. Pero el panorama local es alentador”, señalaban expertos de Deutsche Bank, Nomura, Daiwa, JP Morgan Securities y HSBC.
Ya empezando el segundo semestre, la bolsa de Tokio es la que más repunta en 2003, entre las principales del mundo, inclusive teniendo en cuenta la burbuja de Wall Street, iniciada en mayo y tal vez agotada. Los directores de las mayores empresas y los grandes banqueros muestran llamativo optimismo, basado en una clave: al parecer, la economía real se acerca a un punto de inflexión. Luego, irá saliendo del marasmo que data de 1991.
Según estadísticas oficiales, en junio el producto manufacturero continuaba aumentó a razón de 2,5% anual debido, esencialmente, a exportaciones de productos electrónicos, maquinaria, equipos y automotores… a Estados Unidos. Por ejemplo, el Lexus de Toyota les saca mercado a sus equivalentes de GM y Ford, algo que también sufren Audi y Volskwagen en la Unión Europea. Hace dos semanas días, aparte, apareció una señal inesperada: el “tankan” –informe trimestral del Banco del Japón (central)- revela una mejora neta en la confianza de los ejecutivos.
Un grupo de “keiretsu” (conglomerados horizontales) planea elevar hasta 5% las inversiones de capital y espera un promedio de 11% de aumento en las utilidades. Amén de la amplia y prolongada reacción bursátil, al dólar le cuesta mucho volver a los 120 yenes. “Nadie compra ilusiones fáciles, como en EE.UU., y todos observamos con inquietud el estancamiento o la recesión en Alemania y, ahora, Italia y Gran Bretaña. Pero el panorama local es alentador”, señalaban expertos de Deutsche Bank, Nomura, Daiwa, JP Morgan Securities y HSBC.