La fundación de caridad Oxfam alertó en 2010 que el mundo se volvió tan desigualdad que unas 388 personas tenían tanta riqueza con la mitad más desafortunada del planeta. Este ya no es el caso. El más reciente informe de Oxfam releva que actualmente son sólo 62 individuos los que poseen tanta riqueza como el 50% más pobre del mundo, esto es, unas tres mil millones y medio de personas.
La riqueza de las personas más acaudalas del mundo creció un 44% en los últimos cinco años en lo que representa un incremento de más de 542 mil millones de dólares. Por otro lado, la riqueza de la mitad menos afortunada del planeta sufrió una baja de cerca de 41%. El equivalente a US$ 1,000,000,000,000. Esta distribución se explica, argumenta el informe de Oxfam, porque desde el cambio de siglo la mitad más pobre del mundo sólo recibió un 1% del aumento de la riqueza global mientas que al mismo tiempo la mitad de esa nueva riqueza fue a parar al 1% más rico. Esto significa que el ingreso anual del 10% más pobre del mundo se incremento en menos de tres dólares al año en casi un cuarto de siglo. No obstante, el informe contabiliza en la medición de la riqueza las acciones en la bolsa y las inversiones en empresas, por ejemplo, que no son equivalentes al la liquidez del efectivo porque no son directamente utilizable. En particular, no pueden ser gastadas como si fuesen efectivo para consumir.
De acuerdo a este estudio, el aumento de la desigualdad económica también agrava las desigualdades previamente existentes. Según el Fondo Monetario Internacional se ha descubierto que los países con mayor desigualdad de ingresos también tienden a tener brechas más grandes entre las mujeres y los hombres en términos de salud, educación, participación en el mercado laboral, y la representación en las instituciones políticas. La brecha salarial de género también es mayor en las sociedades más desiguales. En efecto, 53 de los 62 más ricos del mundo son hombres. Oxfam también afirma haber demostrado recientemente que mientras que las personas más pobres viven en las zonas más vulnerables al cambio climático, la mitad más pobre de la población mundial es responsable de sólo alrededor del 10% del total de las emisiones globales. La huella media del 1% más rico a nivel mundial podría ser de hasta 175 veces el del 10% más pobre.
Una de las tendencias clave que subyacen a esta enorme concentración de la riqueza y los ingresos es el aumento de rendimiento del capital contra el trabajo, afirma el informe. En casi todos países ricos y en la mayoría de los países en desarrollo, la proporción del ingreso nacional que va a los trabajadores ha ido disminuyendo. Esto significa que los trabajadores están percibiendo cada vez menos los beneficios del crecimiento económico. La otra tendencia que denuncia el informe es el incremento en la evasión fiscal, que reduce la cantidad de dinero utilizable para paliar las crecientes desigualdades. El paper de Oxfam estima que la inversión de las corporaciones en paraísos fiscales en 2014 fue al menos cuatro veces más que en 2001. Asimismo, luego de analizar 200 empresas, encontraron que al 9 de cada 10 tienen presencia en por lo menos un paraíso fiscal.
“En nuestro mundo no escasea la riqueza. Simplemente no tiene sentido económico – o de hecho sentido moral – tener tanto en las manos de tan pocos” finaliza el inf
