Tensiones geopolíticas, el gran riesgo del 2019

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La débil cooperación perjudica la voluntad para hacer frente a los desafíos globales

Las crecientes tensiones geopolíticas y geoeconómicas representan el riesgo más urgente en 2019; 90% de los expertos coinciden en que se espera una mayor confrontación económica entre grandes potencias.

La degradación ambiental es el riesgo a largo plazo que define nuestra era. Cuatro de los cinco riesgos globales más impactantes de 2019 están relacionados con el cambio climático.

Las amenazas cibernéticas y tecnológicas de rápida evolución son riesgos potenciales que representan puntos ciegos; todavía no se aprecia plenamente la vulnerabilidad de las sociedades más conectadas.

La capacidad global para actuar de forma colectiva ante crisis graves y urgentes se encuentra en un nivel crítico. Esto, unido al empeoramiento de las relaciones internacionales, dificulta cada día más la adopción de medidas eficaces frente a los serios desafíos del mundo. Mientras tanto, un panorama económico cada vez más sombrío —en parte debido a tensiones geopolíticas— parece reducir aún más el potencial de cooperación internacional en 2019. Estas son las principales conclusiones del Informe Global de Riesgos2019 del Foro Económico Mundial, que se acaba de publicar.

El Infome Global de Riesgos -que incorpora los resultados de la Encuesta Anual de Percepción de Riesgos Globales, realizada a aproximadamente 1.000 expertos y responsables de la toma de decisiones-, destaca el deterioro de las condiciones económicas y geopolíticas. Las disputas comerciales empeoraron rápidamente en 2018 y el informe advierte que el crecimiento en 2019 se verá frenado por las continuas tensiones geoeconómicas. Un 88% de los encuestados esperan un mayor deterioro de las normas y los acuerdos comerciales multilaterales.

Los esfuerzos en cooperación internacional se ven no sólo amenazados por las adversidades económicas, sino por el aumento de las tensiones geopolíticas entre las principales potencias. El 85% de los encuestados mencionaron que esperan un 2019 con mayores riesgos de “enfrentamientos políticos entre las principales potencias”. El informe aborda además los riesgos asociados a un orden mundial “multiconceptual”, en el que las inestabilidades geopolíticas reflejan no sólo los cambios en el equilibrio de poder, sino también la creciente disparidad en los valores fundamentales.

 

“Con el comercio mundial y el crecimiento económico en riesgo en 2019, es aún más urgente renovar la estructura de cooperación internacional. Simplemente no tenemos las herramientas para hacer frente al tipo de ralentización a la que nos podría llevar la dinámica actual. Lo que necesitamos ahora es una acción coordinada y consensuada para sostener el crecimiento y hacer frente a las graves amenazas a las que se enfrenta hoy el mundo”, dijo Børge Brende, Presidente del Foro Económico Mundial.

En el panorama de riesgos para los próximos 10 años, los riesgos cibernéticos continúan manteniendo su relevancia, pero los riesgos ambientales dominan las preocupaciones de los encuestados más allá del corto plazo. Los cinco riesgos ambientales que aborda el informe se encuentran de nuevo en la categoría de alto impacto y alta probabilidad: pérdida de biodiversidad; eventos climáticos extremos; fracaso en la mitigación del cambio climático y la adaptación al mismo; desastres provocados por el hombre; y desastres naturales.

Los riesgos ambientales también plantean problemas para la infraestructura urbana y su desarrollo. Con el aumento del nivel del mar, muchas ciudades se enfrentan a soluciones muy costosas para problemas que van desde la extracción de agua subterránea limpia hasta las barreras para grandes tormentas. La falta de inversión en infraestructura crítica como el transporte, puede dar lugar a desajustes en todo el sistema y exacerbar los riesgos sociales, ambientales y sanitarios asociados.

John Drzik, Presidente de Riesgo Global y Digital de Marsh, mencionó: “La persistente falta de financiación de infraestructuras críticas en todo el mundo está obstaculizando el progreso económico, haciendo que las empresas y las comunidades sean más vulnerables tanto a los ciberataques como a las catástrofes naturales, y desaprovechando los beneficios de la innovación tecnológica. Asignar recursos a la inversión en infraestructura, en parte a través de nuevos incentivos para las asociaciones público-privadas, es vital para construir y fortalecer las bases físicas y las redes digitales que permitirán a las sociedades crecer y prosperar”.

El informe de este año retoma la serie “Impactos Futuros”, en la que se reconoce que la creciente complejidad e interconexión de los sistemas globales puede dar lugar a una espiral de retroalimentación, con efectos en cascada. Estos escenarios de “qué pasaría si…” alimentan la reflexión, ya que los líderes mundiales evalúan los posibles sucesos que podrían desestabilizar rápida y radicalmente al mundo. Los repentinos y dramáticos eventos de este año incluyen referencias al uso de la manipulación del clima para avivar las tensiones geopolíticas, la informática cuántica y emocional, y los desechos espaciales.

El Informe Global de Riesgos 2019 ha sido desarrollado con el inestimable apoyo de la Junta Asesora de Riesgos Globales del Foro Económico Mundial, a lo largo del año pasado. También, con la colaboración continua de sus socios estratégicos Marsh & McLennan Companies y Zurich Insurance Group, y sus asesores académicos en la Oxford Martin School (Universidad de Oxford), la National University de Singapur y el Wharton Risk Management and Decision Processes Center (Universidad de Pennsylvania).

 

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