Tarjetas de crédito, más caras que nunca

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Los consumidores piensan más en los premios y beneficios que en los intereses que pagan.

Los intereses que están pagando los consumidores norteamericanos por sus saldos en la tarjeta de crédito son los más altos de los últimos 25 años. La tasa promedio fue de 17% en mayo, según datos de la Reserva Federal.

 

A medida que la Fed comenzó a aumentar gradualmente la tasa de interés referencial desde 2015 hasta finales del año pasado las tarjetas de crédito hicieron lo mismo. Pero los emisores de tarjetas las aumentaron relativamente más que el Banco central, con lo que el resultado fue que la diferencia entre la tasa de la Fed y lo que pagan los poseedores de tarjetas solo fue superior en el año 2009, cuando las tasas estaban en el piso.

 

Según varios análisis hay dos grupos de personas que contribuyeron a semejante aumento: los legisladores y l os clientes mismos. La ley norteamericana Card Act de 2009, pensada para proteger de la explotación a los consumidores, puso límites a la capacidad de los bancos para subir las tasas de interés a los balances existentes. Los emisores de tarjetas no pueden subir el precio una vez que han vendido una tarjeta, entonces suben los intereses para guardarse del riesgo, dice el broker John Hecht.

El otro factor, añade, fue que los clientes no pensaron en las tasas que pagarían sino en los beneficios que le daban las tarjetas. “La competencia que se da en las tarjetas no es en intereses sino en premios y beneficios”, dice Hecht.

 

Para los bancos la alta diferencia entre el costo del dinero y lo que pueden cobrar a los clientes convirtió en atractivo el negocio de las tarjetas de crédito especialmente atractivo con relación a otros tipo de préstamos

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