<p>Por ende, el índice “pelado” satisfizo las proyecciones del banco central, aunque no las del departamento de justicia. Si la brecha continuase abriéndose en ese sentido, el gobierno afrontaría signos de estanflación, o sea inflación con estancamiento. Pero, para ello, el índice normal debiera alejarse mucho más del ficticio que, en realidad, sólo tienen en cuenta los analistas de Wall Street.</p>
<p>Más inquieto es un dato poco mencionado en Washington. Se trata de las compañías petroleras que, desde mediados de 2008 (cuando los crudos llegaron a US$ 147,25 el barril), no acompañaron más que parcialmente un descenso que llevó el crudo a US$ 37. Semanas atrás, al rebotar el barril a US$ 82, la nafta volvió al nivel prevalente en junio de 2008.</p>
<p>Un desempleo de 10,2%, pico en veintiséis años, y salarios de bolsillo que cedieron 5,2% en septiembre impiden que el sector minorista suba precios. Hay algo curioso: los ingresos individuales están siendo presionados por las petroleras vía precio de naftas, sin que el gobierno o el congreso parezcan notarlo.</p>
<p>Benjamin Bernanke, presidente de la RF, en cambio, esgrime su índice pelado para dictaminar que “el viento de proa limitará el ritmo de la recuperación. Por ende, las tasas referenciales seguirán un largo tiempo en pisos de 0 a 0,25% anual”. Mal augurio para Jean-Claude Trichet (Banco Central Europeo) y Mervyn King (banco de Inglaterra), empeñados en deshacer ya los paquetes de estímulos fiscales.</p>
<p>Otra señal negativa la aporta el departamento de comercio. En forma totalmente inesperada, informa que la construcción de viviendas cayó 11% en octubre. Se trata del mayor margen desde abril.</p>
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Subieron 0,3% en octubre los precios minoristas
El costo de vida en Estados Unidos se elevó 0,3%, más de lo esperado, por influencia de los hidrocarburantes. Entretanto un indicador ficticio ascendía 0,2%. Pero este inventó de la Reserva Federal excluye alimentos y combustibles.