OPEP y Rusia decidieron no inundar los mercados de crudo debido a la persistente incertidumbre que reina debido a la pandemia. Esa medida cautelosa respecto a la producción de abril elevó más de 5% los precios del petróleo y el crudo Brent se situó por encima de los US$ 67,30 el barril, casi el nivel más alto desde enero 2020.
Los recortes a la oferta realizados por Arabia Saudita y el resto de los miembros del cartel más Rusia ayudaron a equilibrar el mercado después de que el año pasado colapsara el precio del petróleo hasta llegar a su nivel más bajo en 18 años debido a que la pandemia apagó la demanda.
OPEP+ decidió ayer jueves 4 de marzo no aumentar la producción en 500.000 barriles diarios, pero permitió a Rusia y Kazajistán un pequeño aumento en su producción conjunta de 150.000 b/d.
Las prohibiciones de vuelos y las cuarentenas declaradas en casi todo el mundo para combatir la difusión del coronavirus redujo drásticamente el año pasado la demanda de petróleo y obligó a los productores a tomar medidas drásticas para fortalecer los precios. El optimismo generado por el comienzo de las vacunaciones contribuyó a que los precios del crudo superaran la barrera de los US$ 60. Algunos analistas dicen ahora que la contención de la oferta solo va a lograr elevar más los precios y favorecer la producción de shale oil en Estados Unidos.