La decisión de Standard & Poor´s de colocar las calificaciones de la Argentina en default selectivo no tiene un impacto directo en las calificaciones de otras entidades argentinas calificadas en escala global, informó la agencia en un comunicado.
La calificadora considera que con la vigencia de la convertibilidad, “es menos probable que las autoridades interfieran con las transacciones en el mercado cambiario, aún en un escenario que incluya el incumplimiento soberano”.
No obstante, el escenario macroeconómico adverso y la severa contracción del mercado de crédito local que enfrentan todas las entidades en la Argentina continúan teniendo un fuerte impacto en sus calificaciones.
Las compañías calificadas al nivel de “B” son aquellas que han mantenido operaciones sólidas y una buena rentabilidad a pesar de las agresivas condiciones económicas locales y la fuerte contracción del acceso al crédito. En tanto, S&P señaló que “se espera que estas compañías sean capaces de enfrentar escenarios potencialmente más severos, incluyendo una crisis del sistema bancario.
Por otro lado, advirtió que la posibilidad de una cesación de pagos selectiva del gobierno ya estaba incorporada en las calificaciones de las entidades financieras en el país que permanecen en categoría ‘CCC’ con tendencia negativa.
La decisión de Standard & Poor´s de colocar las calificaciones de la Argentina en default selectivo no tiene un impacto directo en las calificaciones de otras entidades argentinas calificadas en escala global, informó la agencia en un comunicado.
La calificadora considera que con la vigencia de la convertibilidad, “es menos probable que las autoridades interfieran con las transacciones en el mercado cambiario, aún en un escenario que incluya el incumplimiento soberano”.
No obstante, el escenario macroeconómico adverso y la severa contracción del mercado de crédito local que enfrentan todas las entidades en la Argentina continúan teniendo un fuerte impacto en sus calificaciones.
Las compañías calificadas al nivel de “B” son aquellas que han mantenido operaciones sólidas y una buena rentabilidad a pesar de las agresivas condiciones económicas locales y la fuerte contracción del acceso al crédito. En tanto, S&P señaló que “se espera que estas compañías sean capaces de enfrentar escenarios potencialmente más severos, incluyendo una crisis del sistema bancario.
Por otro lado, advirtió que la posibilidad de una cesación de pagos selectiva del gobierno ya estaba incorporada en las calificaciones de las entidades financieras en el país que permanecen en categoría ‘CCC’ con tendencia negativa.