El balance comercial de los servicios dio negativo en US$3.460 millones el año pasado a pesar del crecimiento que registraron las exportaciones, que sumaron 15.239 millones contra 18.699 de las importaciones, lo cual consolida una tendencia deficitaria creciente que se viene dando desde 2008.
Como desde hace muchos años el comercio de servicios viene creciendo en Argentina, las exportaciones logran lo que no ocurre con las de bienes: crecen (las de bienes físicos descendieron más del 3% el año anterior), pero las importaciones crecen más, y ello genera un déficit creciente, que se constituye en una vía más de salida de dólares netos para el país.
Un estudio realizado por Desarrollo de Negocios Internacionales (DNI), bajo la dirección de Marcelo Elizondo, llama la atención, a la luz de esos guarismos, sobre la necesidad de mejorar el ingreso de dólares en nuestro país, y recomienda que se incorpore a la agenda de internacionalización de servicios la asistencia para mejorar la competitividad de la oferta, así como regulaciones que favorezcan la inserción en mercados externos y mayor promoción de la oferta argentina en escenarios globales.
Destaca que “una manera de conocer que nuestro país debe crecer aún más en sus negocios referidos a servicios internacionales es tomar nota de que, midiendo la importancia relativa de Argentina en el mercado mundial de exportaciones de servicios, nuestro país representa apenas menos del 0,3% del total del flujo internacional. Brasil explica alrededor del 0,8% y es el más relevante actor de la región (México genera el 0,5%)â€.
Reflexiona que “las exportaciones de servicios tienen en general un valor agregado significativoâ€. Y que “Argentina, que está más avanzada que hace un par de décadas en la materia, parece estar debilitándose y requiere una mayor energía en su relacionamiento internacional en la materiaâ€.
Apunta sobre el particular que déficit crece ante la evidente imposibilidad de intervención por parte de las autoridades nacionales, como sí ocurre entre los bienes físicos en los que las exportaciones caen por problemas de competitividad, pero las importaciones se controlan a través de instrumentos como las DJAI.
COMPOSICION
Las exportaciones de servicios van perdiendo participación en el PBI argentino y en 2012 accedieron a un número inferior al 3% del PBI, que refleja una participación en el PBI que fue un mucho más baja que en 2007 (3,94%).
Considerando la composición de las exportaciones de servicios, que se mantiene estable en cuanto a los últimos años, más allá del incremento de los negocios en cada ítem, el principal rubro es el referido al turismo, ya que “viajes†explica el 28% del total.
Luego, el transporte significa el 17% (éste, a su vez, se compone de fletes, que son servicios de transporte internacional de mercancías, incluyendo el servicio de carga y descarga de bienes a bordo del medio de transporte, ya sea por vía marítima, aérea, o de otro tipo; del rubro pasajes, que son servicios relacionados con el transporte internacional de no residentes por medios de transporte locales; y de otros servicios que se prestan en puertos, aeropuertos, y otras estaciones terminales de transporte, como servicios de almacenamiento, embalaje y remolque).
Los servicios profesionales y técnicos explican el 23% del total (se trata de servicios jurídicos, contables, de ingeniería y de investigación, entre otros, prestados por residentes a no residentes); los de informática y comunicación a través del uso de las tecnologías generan alrededor del 12% del total (dentro de estas se destaca que Argentina es el tercer exportador de software de América Latina y exportó en 2011 unos 747 millones de dólares en software, además de los otros servicios informáticos vendidos al exterior) y los culturales y recreativos (transacciones relacionadas con la producción o distribución de programas de radio, cine y televisión, espectáculos musicales, teatrales, deportivos, etc.) que explican alrededor del 6%.
Se advierte en la canasta de servicios exportados desde Argentina, pues, una gran incidencia del turismo (de excesiva preponderancia, mayor aún que la que el complejo sojero tiene en la de exportaciones de bienes), aunque ha descendido en relevancia desde 2011 hasta 2012, y una buena participación de servicios profesionales o informáticos (comparada con el porcentaje que estos tienen en el promedio mundial), la relevante participación del transporte, y a la vez, el aislamiento del mundo en negocios financieros y en los referidos a la propiedad intelectual, mientras nuestro país es claramente poco importante en exportaciones de seguros, servicios financieros, regalías y licencias (comparado con el comercio internacional de servicios en general donde estos rubros tiene relevancia) y aún servicios vinculados con la construcción.
Es posible que esto esté llamando la atención en el sentido de la necesidad de lograr mayor sofisticación y más calidad en la esencia de los negocios de servicios con el resto del mundo.
En materia de importaciones (que son mayores que las exportaciones y por eso producen un creciente déficit), las compras y contrataciones desde el exterior que Argentina hace son primordialmente servicios de viajes (35%), de transporte (26% en total, que se desagregan en un 14% de fletes, un 10% de pasajes de personas y otros servicios en puertos y aeropuertos que explican el restante 2%), de servicios profesionales (12%), y luego las regalías (10%) y los seguros (3%).