La gente presentó demandas, los usuarios de Android dejaron reseñas de una estrella en la tienda Google Play, otros protestaron en la sede de la empresa y las celebridades la criticaron en las redes sociales. Los políticos se unieron para denunciar sus medidas.
La aplicación de inversión, que estuvo en el centro de una ola vertiginosa de compras durante la semana, recaudó más de US$ 1.000 millones de sus propios inversores y buscó líneas de crédito en los bancos para apuntalar su posición financiera luego de cuatro días de locura.
Un vocero de la compañía interpretó la inyección de US$ 1.000 millones como una fuerte señal de confianza de sus inversores. Ese voto de confianza se produjo después de que Robinhood y otras agencias minoristas desactivaran el jueves la compra de acciones de GameStop y de una serie de compañías cuyas acciones también habían subido extraordinariamente durante la semana provocando la indignación en los usuarios y cuestionamientos en el ambiente político.
La compañía dijo además que abrirá la actividad pero “de manera responsable”. Ese anunció provocó un salto en las acciones de GameStop de 60% que anuló la caída de 44% del jueves. Las acciones de AMC y BlackBerry también recuperaron gran parte de sus pérdidas.
