Al crecer la demanda de este raro metal debido a las regulaciones sobre emisiones de gases de invernadero, el precio ya superó los US$ 1.500 la onza troy.
A medida que los países prometen reducir la venta de autos a nafta y gasoil, el paladio goza del mismo aumento en el interés de los inversores que elevó el precio de los metales que se usan para fabricar las baterías de litio-ion para altuso eléctricos, como el cobalto y el litio.
El paladio se usa para los convertidores catalíticos que convierten los dañinos gases que despiden los caños de escape en sustancias menos tóxicas. Entonces antes de que los autos eléctricos circulen por las carreteras del mundo, el metal goza de mucha demanda entre los fabricantes de autos que buscan otras formas de reducir las emisiones de sus unidades. Así, el precio del metal – que se encuentra casi exclusivamente en Sudáfrica y Rusia — creció este año casi 50% porque los inversores apuestan a que va a haber escasez en el mercado.
Aunque se espera que el déficit de oferta sea todavía mayor este año, algunos analistas creen que este precio récord podría ceder a medida que se vayan reduciendo las ventas de autos en los principales mercados como Estados Unidos y China.