NYSE: exigirá más transparencia en 2004

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La New York Stock Exchange (NYSE o Bolsa de Nueva York, uno de los paneles de Wall Street) dará a las cotizantes sólo dos años para cumplir con nuevas normas sobre transparencia y conflictos de intereses.

Para 2004, la mayoría de juntas o directorios deberá componerse
de vocales independientes, según personas con acceso a los borradores
internos.

Richard Grasso, presidente de la NYSE, responde de ese modo a críticas
sobre la conducta de los directorios en crisis como las de Enron, Gobal
Crossing
, WorldCom. Aunque no siempre se trate de empresas registradas
en la NYSE. Por otra parte, Harvey Pitt (jefe de la Securities & Exchange
Commission
) ha planteado a la NYSE y el NASDAQ una drástica revisión
de exigencias en materia de cuerpos directivos.

Casi un cuarto de las cotizantes NYSE (totalizan más de 2.800) no reúne
los requisitos futuros. Sí los actuales, que sólo exigen tres
directores independientes en las juntas. Para 2004, también habrá
mayorías independientes en los comités de auditoría, remuneraciones
y nombramientos, además de normas explícitas y públicas.

La propuesta bursátil

En esencia, la NYSE plantea: (a) las empresas deberán tener códigos
éticos públicos, (b) la experiencia en gestión financiera
o contabilidad será imprescindible para integrar comités auditores,
(c) sólo estos grupos podrán tomar o despedir auditores y aprobar
toda “tarea relevante ajena a la específica”, (d) los miembros
de esos comités no percibirán más honorarios que los correspondientes
a sus cargos directivos y (e) cada CEO deberá certificar año tras
año que la firma ha establecido y sigue procedimientos para verificar
todo lo anterior.

A su vez, la mayor bolsa del mundo -por ahora- pedirá permiso a las
autoridades reguladoras para apercibir públicamente a cotizantes que
violen esos parámetros. El panel principal quiere que las 2.800 compañías
registradas sometan sus planes de remuneración vía opciones accionarias
a los accionistas, formen un comité de directores independientes a cargo
de elegir nuevos vocales en los directorios y definir políticas en cuanto
a préstamos para directivos, ejecutivos y personal.

Queda por verse si este esquema se aprueba tal como ha sido lanzado ayer. Por
de pronto, muchas empresas, intermediarios en valores y gurúes ya cabildean
contra el proyecto de Richard Grasso (su vocero es nada menos que el Wall Street
Journal). Por el contrario, los administradores de fondos jubilatorios lo apoyan.
Otra incógnita es cómo hará la NYSE para hacer cumplir
su ambicioso decálogo.

La National Association of Security Dealers, NASD (maneja el panel electrónico
de “automated quotations”, o sea Nasdaq), anunció que
añadirá puntos a la propuesta NYSE. A 25 años de la última
reforma bursátil, el actual proceso se origina en presiones de la Securities
& Exchange Commission
, en pos de devolver transparencia a la gestión
empresaria y financiera.

Para 2004, la mayoría de juntas o directorios deberá componerse
de vocales independientes, según personas con acceso a los borradores
internos.

Richard Grasso, presidente de la NYSE, responde de ese modo a críticas
sobre la conducta de los directorios en crisis como las de Enron, Gobal
Crossing
, WorldCom. Aunque no siempre se trate de empresas registradas
en la NYSE. Por otra parte, Harvey Pitt (jefe de la Securities & Exchange
Commission
) ha planteado a la NYSE y el NASDAQ una drástica revisión
de exigencias en materia de cuerpos directivos.

Casi un cuarto de las cotizantes NYSE (totalizan más de 2.800) no reúne
los requisitos futuros. Sí los actuales, que sólo exigen tres
directores independientes en las juntas. Para 2004, también habrá
mayorías independientes en los comités de auditoría, remuneraciones
y nombramientos, además de normas explícitas y públicas.

La propuesta bursátil

En esencia, la NYSE plantea: (a) las empresas deberán tener códigos
éticos públicos, (b) la experiencia en gestión financiera
o contabilidad será imprescindible para integrar comités auditores,
(c) sólo estos grupos podrán tomar o despedir auditores y aprobar
toda “tarea relevante ajena a la específica”, (d) los miembros
de esos comités no percibirán más honorarios que los correspondientes
a sus cargos directivos y (e) cada CEO deberá certificar año tras
año que la firma ha establecido y sigue procedimientos para verificar
todo lo anterior.

A su vez, la mayor bolsa del mundo -por ahora- pedirá permiso a las
autoridades reguladoras para apercibir públicamente a cotizantes que
violen esos parámetros. El panel principal quiere que las 2.800 compañías
registradas sometan sus planes de remuneración vía opciones accionarias
a los accionistas, formen un comité de directores independientes a cargo
de elegir nuevos vocales en los directorios y definir políticas en cuanto
a préstamos para directivos, ejecutivos y personal.

Queda por verse si este esquema se aprueba tal como ha sido lanzado ayer. Por
de pronto, muchas empresas, intermediarios en valores y gurúes ya cabildean
contra el proyecto de Richard Grasso (su vocero es nada menos que el Wall Street
Journal). Por el contrario, los administradores de fondos jubilatorios lo apoyan.
Otra incógnita es cómo hará la NYSE para hacer cumplir
su ambicioso decálogo.

La National Association of Security Dealers, NASD (maneja el panel electrónico
de “automated quotations”, o sea Nasdaq), anunció que
añadirá puntos a la propuesta NYSE. A 25 años de la última
reforma bursátil, el actual proceso se origina en presiones de la Securities
& Exchange Commission
, en pos de devolver transparencia a la gestión
empresaria y financiera.

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